Hace unos días, Carlos del Barrio, experimentado copiloto cántabro que ha pasado por la derecha de hombres como Chus Puras o Dani Sordo, dejaba en una de las redes sociales de moda su decálogo para tratar de mejorar la situación de los rallyes en España. Posiblemente una de las ideas con las que menos estaba de acuerdo era la de que “no puede ser que los rallyes de clásicos nos coman la tostada”.
De un tiempo a esta parte, en Europa (especialmente en Italia, Alemania y Austria) se han consolidado pruebas como el Rallye Legend o el Eifel Rally Festival, citas no competitivas que suelen regalar un gran espectáculo para el aficionado, no sólo porque los pilotos tienen libertad para lucirse ya que no se compite a la décima, sino también porque se acerca a los espectadores máquinas que de otra forma no se podrían volver a ver sobre el asfalto.
En España también tenemos nuestros propios eventos de este tipo: Festival Trasmiera y el Gr.A Legend que se disputará junto a la prueba del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, el Rallye Princesa de Asturias. Y así es precisamente como debemos contemplar estas pruebas, un evento complementario que ayude a reforzar el cariño de los aficionados por los rallyes y a los ajenos a ellos a descubrir esta disciplina. Un complemento que por ejemplo este fin de semana tuvimos una buena ración de ellos, con el Quattrolegende y el Gr.B Rallyelegenden Saalfelden.
