Podríamos resumir la carrera entera de ayer, en el Gran Premio de Hungría, con estas declaraciones de Nico Rosberg. Para él la carrera quedó determinada y casi grabada a fuego en el momento en que pasó la salida. En ese momento en el que perdió la pole position y una posición extra, en el momento en que Lewis Hamilton le adelantó en pista y Daniel Ricciardo le robó la cartera unos segundos, se fraguó ese segundo puesto que sabe a derrota.
Eso a mí me huele a conformismo, sinceramente. Como en esta pista no se puede adelantar y perdí la pole position, el segundo puesto es lo máximo que podría conseguir. Así es, en realidad, esta Formula 1 actual salvo para un par de pilotos que sí lo intentan, que sí presionan y quieren pelear. La F1 es conformista, y la sensación general que nos invade a algunos aficionados es que, tras una salida en la que se intenta no hacer el indio, lo más inteligente es poner en práctica la técnica Amarrategui: conservar la posición y evitar peligros, ya sean mecánicos o de cualquier tipo.
En realidad todo se remonta a la salida. Perdí un poco y luego en la primera curva, con Daniel [Ricciardo] en el exterior y Lewis en el interior, me quedé sin espacio y tuve que salir airoso de ello. Eso fue todo, la verdad. Estoy contento de haber adelantado a Daniel en la segunda curva y desde entonces me centré en poner la mayor presión posible sobre Lewis. Pero por supuesto, no es posible adelantar en esta pista.
En el fondo estoy de acuerdo con Rosberg: todo salió mal en la salida y perdió la posición de privilegio en un circuito en el que se sabe positivamente que no se puede adelantar de manera convencional. Ya vimos en el caso de Verstappen y Raikkonen cómo acabó la cosa, con trozos de fibra por los aires. En un campeonato en el que se sanciona (a veces) cualquier roce, etiquetándolo como «provocar una colisión», los pilotos no dan el resto. Algunos sí, y debe ser curioso ver lo que sucedió ayer desde dentro y ver a los comisarios mirando para otro lado, cuando por menos se ha sancionado (y no, no pido sanción, pido más acciones como las de ayer).
En Mercedes ya han tenido serios toques entre los dos pilotos en el pasado reciente. Un incidente más podría poner en a picota a ambos pilotos por mucho que uno sea tricampeón y el otro sea de la casa. Perder la pole position es grave, es una muestra más de la debilidad relativa de Nico Rosberg con respecto a Lewis Hamilton: el vigente campeón ha logrado dar la vuelta a una desventaja de 43 puntos, para ser el nuevo líder del mundial. A ver quién lo baja de ahí, porque a mí no me parece probable que Rosberg las tenga todas consigo.
Vía | F1 Fanatic