Llegó posiblemente una de las noticias más esperadas. Tras la caída de Renault, como cara visible de la Fórmula V8 3.5, los dirigentes del campeonato de monoplazas han buscado una forma de relanzar la competición ligándola al destino del Mundial de Resistencia. No sólo compartirán la mayoría de los eventos, sino que también se buscarán nuevas fórmulas para guiar a los jóvenes pilotos hacia las categorías LMP1, LMP2 y GTE ahora que parece que ya se ha asumido que el camino hasta la Fórmula 1 no debe ser la única opción.
Jaime Alguersuari, presidente de RPM Racing y el CEO del WEC, Gérard Neveu han cerrado un acuerdo que permitirá a ambos campeonato compartir eventos, en el caso de la Fórmula V8 3.5 significa que estarán en seis de sus nueve eventos compartiendo cartel con el Mundial de Resistencia: México, Japón, Bahréin, Silverstone, Spa-Fracorchamps y Nürburgring, lo que significa que en todas las carreras europeas del WEC, salvo las 24 Horas de Le Mans, verán a los monoplazas rugir sobre el asfalto.
El premio para los tres primeros clasificados de la Fórmula V8 3.5 incluirá la posibilidad de participar en el test de rookies que el WEC celebra cada final de temporada en el Circuito de Bahréin, lo que puede abrir las puertas de los jóvenes pilotos a las categorías LMP1, LMP2 y GTE, enseñando un camino alternativo para unas carreras deportivas que podrían verse sin continuidad de no ser así.
Hoy tengo la satisfacción de comunicar que el acuerdo con la organización del FIA WEC es el proyecto más apasionante de mi vida profesional. Siempre me ha preocupado controlar los costes para ayudar a los pilotos, a sus familias y a sus patrocinadores. También me ha preocupado la dirección de sus carreras profesionales. El nuevo campeonato vinculado al FIA WEC es una novedad histórica porque jamás ningún campeonato de monoplazas de este nivel y con estas características ha ofrecido un calendario internacional tan amplio con unos costes tan contenidos.