La temporada 1982 de Fórmula 1 es un clásico de la historia de la categoría y aunque vio varias desgracias y con situaciones poco agradables, también cuenta con carreras apasionantes y resultados igualados que dieron lugar a uno de los años más variados nunca vistos en la Fórmula 1 con hasta once ganadores distintos a lo largo de las 16 carreras disputadas. En Alemania, una vez más se vivió «de todo» con la celebrada victoria de Patrick Tambay, el gravísimo accidente de Didier Pironi en los entrenamientos y la famosa lucha -¡literal!- entre Nelson Piquet y Eliseo Salazar.
El Gran Premio de Alemania de 1982 se disputaba por primera vez con una chicane en la Ostkurve, además de haber alterado la Bremsschikane 1 para hacerla más lenta. Llegando como líder con nueve puntos de ventaja y tras subirse al podio de su carrera de casa, Pironi tenía la moral por las nubes y en la primera sesión clasificatoria del viernes marcó un tiempo nueve décimas más rápido que el de su perseguidor. Cuando el sábado amaneció con lluvia, sabía que la pole position era suya.
A pesar de ello, el piloto galo decidió salir a pista para rodar con el objetivo de tantear el terreno por si llovía el domingo y darle al público algo que disfrutar puesto que la mayoría de pilotos prefirieron quedarse en los boxes. Desafortunadamente, resultó ser la peor decisión y mientas estaba en vuelta rápida, se encontró con el Renault de Alain Prost que rodaba a velocidad reducida para dirigirse hacia los boxes. El golpe fue tremendo y mandó el Ferrari número 28 por los aires. Aunque a diferencia de Gilles Villeneuve, Pironi sobrevivió, nunca disputó otra carrera de Fórmula 1.
Con tremendas lesiones en las piernas, era evidente que Pironi no podría disputar el gran premio y la pole position quedó vacía. En lo deportivo, los cinco coches turbo restantes se mostraron especialmente rápidos en un circuito de muchas rectas como el de Hockenheim y Riccardo Patrese -último piloto turbo en parrilla- acabó clasificando casi tres segundos por delante de Michele Alboreto -primer piloto sin turbo en parrilla-. Quedaba claro por lo tanto que los motores turboalimentados lo tenían muy bien para ganar la carrera.
El domingo, Nelson Piquet parecía llamado a ganar tras empezar con más ímpetu que nadie y superar a los dos Renault que partían delante suyo en tan solo dos vueltas. Brabham estaba utilizando una estrategia de salir con menos carburante y neumáticos blandos -algo novedoso en la época- mientras los demás equipos partían con el depósito lleno y neumáticos que duraran hasta el final. El piloto brasileño lideró la carrera hasta la vuelta 19, cuando se encontró con Eliseo Salazar en una de las chicanes durante un doblaje. Hubo contacto y los dos quedaron fuera de carrera.
Lo sucedido después ha pasado a los anales de la historia de la Fórmula 1, con un furioso Nelson Piquet golpeando a Eliseo Salazar e intentando asestarle puñetazos y patadas de todo tipo. Las imágenes en este caso son algo que vale la pena ver en movimiento en lugar de quedarse con una «simple» instantánea. Pero mientras la mejor -o peor, según se mire- demostración de lucha libre se sucedía en el circuito, la carrera seguía en marcha con Patrick Tambay en primera posición tras el abandono de Alain Prost. También el otro Brabham de Riccardo Patrese había quedado eliminado por problemas técnicos.
https://www.youtube.com/watch?v=5iTUa0J8Kzw
Con el paso de las vueltas, cada vez quedaban menos dudas que el piloto de Ferrari lo tenía todo de cara para obtener una sentida victoria tanto por estar pilotando el número 27 de su amigo Gilles Villeneuve -fallecido en Bélgica ese mismo año- como por estar intentando levantar los ánimos de un equipo que había pasado por un momento duro con el accidente de Pironi. No solo había sido un accidente que pudo costarle la vida sino que además, le costaba un título que ya empezaba a tocar. Por detrás, parecía que John Watson y Jacques Laffite podían luchar por subirse al podio pero ambos abandonaron en la vuelta 36.
De esta forma, tras Patrick Tambay, René Arnoux llegó segundo a dieciséis segundos con el Renault superviviente. Mientras, el podio lo completó Keke Rosberg con un Williams, el primero de los coches sin motor turbo, tras abandonar tres de los cinco que tomaron la salida. En la zona de puntos se encontraron también Michele Alboreto, Bruno Giacomelli y Marc Surer, pilotando para Tyrrell, Alfa Romeo y Arrows respectivamente. En el podio no hubo muchas celebraciones por lo ocurrido el día anterior.
En cuanto al campeonato de 1982, Didier Pironi salió de Alemania líder con los mismos puntos de ventaja que tenía antes de la carrera. De hecho, aún fue líder una carrera más tras «sobrevivir» su posición al Gran Premio de Austria. Rosberg tomó el frente del campeonato con la victoria en el Gran Premio de Suiza en Dijon y no lo soltó hasta el final. Si Pironi hubiera estado en el último gran premio del año en el Caesars Palace, aún habría llegado con opciones de victoria puesto que Rosberg le aventajaba solo por tres puntos. Lo que pudo ser y no fue…