Para Carlos Sainz y Fernando Alonso, la sesión de clasificación no fue bien: décimo tercero y décimo cuarto respectivamente en una sesión muy difícil en la que no pudieron superar la Q2. Problemas para el de Toro Rosso que se resumen en falta de potencia y una puesta a punto simplemente correcta, que no le permite optar a mayor gloria, y una sesión plagada de errores para el de McLaren (propios y de terceros) que, sumados a la falta de potencia del McLaren, no permitieron promocionar a mejores posiciones.
La carrera para mañana pinta compleja, sobre todo por los pilotos que se encuentran por delante y por la falta de neumáticos súper blandos en el caso del madrileño, que gastó todo lo restante en el intento de conseguir una buena posición en la parrilla.
Fernando Alonso se quejaba en pista de los dos Ferrari, que le obstruyeron en su intento, pero en el corralito era más ecuánime quitnado hierro a ese hecho y centrando el fiasco en su propia habilidad (y la de su coche) para conseguir un tiempo decente. Carrera muy complicada para mañana, en la que si no llueve o pasa algo extraño, será una prueba dura de sufrimiento.