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Coches de competición para recordar: Škoda

Škoda es una marca checa con una historia curiosa. Nacida a finales del siglo XIX como Laurin & Klement, fue comprada por Škoda Works en 1925 y pasó a ser propiedad del estado durante el régimen comunista. No fue hasta 1991, que empezó a privatizarse y en el año 2000 se completó el camino, pasando a ser propiedad del grupo Volkswagen. Durante todo este tiempo, Škoda tuvo una presencia continuada en el mundo de la competición, destacando sobre todo su participación en los rallyes.

Škoda 966 Supersport – Sport-Prototipo

El Škoda 966 Supersport es el primer coche de competición de la marca. Con un motor proveniente del Škoda Tudor, el debut competitivo se produjo en el Gran Premio de Checoslovaquia de 1950, donde el coche llegó hasta la segunda posición con Miroslav Fousek al volante. A pesar del nombre de la prueba, dicha carrera no formaba parte del campeonato del mundo de pilotos ni competían en ella coches de Fórmula 1. De hecho, la lista de inscritos veía una mezcla de pequeños prototipos y coches de tipo GT.

Con los años, el 966 Supersport evolucionó y de los motores iniciales de 90 caballos de potencia se pasó a los propulsores con compresor y más del doble de caballaje. El modelo, del que llegaron a existir tres unidades, se mantuvo en activo durante toda la década de los años 50 y compitió por última vez en 1962. Desde entonces, su destino fue el que demasiadas veces se ha visto en países del este de Europa en esa época, sin cuidar demasiado su historia.

No fue hasta 2014, cuando Škoda completó la restauración de la unidad superviviente del 966 Supersport que ahora está expuesta en el museo de la marca. El que fuera en su día el coche más rápido de toda Checoslovaquia -su récord se estableció en 1953 con una velocidad máxima de 197,8 km/h- está otra vez operativo y tan brillante como en sus mejores días. Una bonita forma de recordar la historia competitiva de una marca que, curiosamente, ha tenido pocas incursiones en circuito a lo largo de su historia.

Škoda 130 – Varios

Tras varias participaciones en rallyes de menor nivel a lo largo de los años 60, la década siguiente trajo el debut de una pequeña máquina poco competitiva a nivel de velocidad pero especialmente fiable para los estándares de la época. La marca había estado trabajando en un prototipo de competición que se habría llamado 200 RS pero no consiguió cumplir con la normativa técnica y el resultado fue el 130 RS -Rally Sport- que destacó por su extremadamente ligero peso gracias al uso de aluminio y fibra de vidrio en la carrocería.

Aunque la mayor parte del tiempo, el 130 RS se centró en los rallyes, también llegó a competir en circuito y de hecho tuvo actuaciones destacadas que le llevaron por ejemplo a ganar el Campeonato de Europa de Turismos de 1981. Fue solo uno de los varios éxitos de un coche que destacó en los tramos del mundial en la categoría reservada para coches de 1.300 centímetros cúbicos o menos. Allí la marca se impuso en el Rally de Montecarlo de 1977, antes de repetir triunfo en el Rally de Suecia del año siguiente.

La historia del Škoda 130 RS que había comenzado en 1975 duró apenas ocho años hasta que la homologación de la FIA llegó a su fin en 1983. Škoda no renovó dicha licencia para seguir compitiendo y la carrera deportiva de la máquina más exitosa de la marca hasta el momento se terminó. Su reemplazo llegó a través del 130 LR pero nunca consiguió emular los éxitos de su predecesor, una auténtica piedra de toque que demostró que Škoda tenía lo necesario para ganar.

Škoda Felicia – Rallyes

Tras los primeros resultados destacados del Škoda Favorit en la categoría de coches con motores de hasta 2.000 centímetros cúbicos, su sucesor resultó ser uno de los más populares de la historia de la marca en competición. Tomando como base el especialmente popular Felicia que había sido desarrollado con la asistencia de Volkswagen, Škoda planteó un coche de 1.500 centímetros cúbicos que fuera más ligero que la mayoría de sus rivales en esa segunda clase del mundial.

El coche resultó ser bastante competitivo y fue uno de los grandes animadores de la segunda mitad de la década de los 90 tras su debut en 1995 pero su pequeño motor de 1.500 centímetros cúbicos en un principio y 1.600 centímetros cúbicos en su segunda versión resultó insuficiente como para batir a los SEAT Ibiza que dominaban el panorama de los Kit Car en la época. A pesar de todo, con Stig Blomqvist al volante consiguió un destacado resultado en el RAC Rally de 1996, un evento que no formaba parte del mundial de rallyes esa temporada.

Blomqvist consiguió una espectacular tercera posición, siendo superado tan solo por uno de los Toyota Celica GT-Four  -pilotado por Armin Schwarz- y uno de los Subaru Impreza 555. Fue uno de los puntos álgidos de un Felicia al que pocos años después se le acabaría la comba en el mundo de los rallyes. Pero había servido para quitar cualquier duda sobre la calidad de los coches checos, que se marcaban como objetivo en participar dentro de la categoría WRC.

Škoda Octavia – Rallyes

El coche elegido por Škoda para su debut en el WRC fue el Octavia, que debutó ya en 1998 dentro de la categoría F2 para coches con dos ruedas motrices antes de estrenar el tracción integral en 1999. Aunque Armin Schwarz fue el piloto principal del equipo esa temporada con presencia en siete de las catorce pruebas del mundial, los primeros puntos llegaron de la mano de un Bruno Thiry que tomó parte en el RAC Rally con un tercer coche. La última cita del año trajo un fantástico cuarto puesto que llenó al equipo de optimismo.

En el año 2000, junto a Schwarz encontramos a un viejo conocido de los aficionados españoles, un Luís Climent que tras años de intentos en el mundial finalmente encontraba una oportunidad de formar parte de un equipo oficial. Desafortunadamente, el Octavia WRC no tenía la fiabilida de antaño y los problemas técnicos hicieron que solo Schwarz consiguiera sumar puntos en una ocasión con un quinto puesto en el Rally de Grecia. Climent se quedó sin puntuar y al finalizar el año volvió para España.

La nueva evolución del Octavia para la temporada 2001 trajo algunos buenos resultados, destacando un espléndido tercer puesto con Schwarz al volante en el Rally Safari. A día de hoy es el único podio de Škoda en el mundial, puesto que a lo largo de 2002 y la primera mitad de 2003, no se volvió a igualar el éxito del Safari. Aún así, las últimas pruebas vieron una fiabilidad mejorada del Octavia, llegando a puntuar en varios eventos de forma consecutiva. Aún así, su vida llegaba a su fin con el siguiente modelo esperando su momento.

Škoda Fabia – Rallyes

El Škoda Fabia tenía que ser el coche elegido por la marca para revolucionar su historia en el mundo de los rallyes. Debutando en medio de la temporada 2003 y con un Octavia que había mejorado de forma clara, la marca no podía evitar ser «víctima» del optimismo. Aún así, el Fabia no logró puntos en esa primera media temporada y de hecho causó que Škoda no estuviera de forma oficial en el campeonato en 2004, mientras se centraba en preparar un retorno por todo lo alto en 2005.

Sí que hubo coches de la marca participando en varias pruebas del mundial en 2004 y de hecho fue entonces cuando se consiguieron los primeros puntos. Los resultados no eran nada del otro mundo pero con un apoyo oficial limitado, poco más podía pedirse. La gran decepción llegó en 2005 con presencia oficial y tan solo tres resultados en los puntos. Peor incluso que el 2004 privado. De esta forma, Škoda no podía justificar su presencia en los rallyes y para el año siguiente, el equipo dejó la competición.

El Fabia siguió de forma privada en 2006 y 2007 con un mejor resultado de un quinto puesto en el Rally de Alemania de 2007 con Jan Kopecký al volante. Pero es difícil dejar a Škoda fuera de los rallyes y desde 2008, el Fabia se pasó a la categoría de 2.000 centímetros cúbicos, donde es aún protagonista a día de hoy, dos versiones después de la que debutó esa temporada. Como anécdota, Per-Gunnar Andersson participó en el Rally de Noruega de 2009 con un Fabia WRC y ganó dos tramos antes de verse obligado a abandonar con problemas técnicos.

Puede que actualmente Škoda no esté en el momento más emocionante de su historia competitiva pero los Fabia siguen participando en el ERC -Campeonato Europeo de Rallyes- y en el WRC-2, donde además disfrutan de una posición privilegiada por su fantástico rendimiento. Para el grupo Volkswagen, tiene poco sentido pensar en el mundial cuando la misma Volkswagen está dominando con el Polo. Pero mientras los resultados de Škoda en sus categorías sigan siendo tan buenos, existirá un futuro competitivo para la marca.

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