No han empezado bien las cosas para el piloto de McLaren-Honda en Bélgica. Si ayer era Lewis Hamilton el que confirmaba que iba a ser víctima de una penalización al tener que estrenar su sexta unidad del motor de combustión interna, hoy es Fernando Alonso el que se encuentra con la cruda realidad después de la primera sesión de entrenamientos libres. El asturiano deberá cambiar por completo su unidad de potencia, lo que le acarreará una pérdida de 35 posiciones en parrilla (10 posiciones por usar un sexto elemento por primera vez y 25 más por sustituir los cinco elementos restantes), algo que sin duda le hará salir desde atrás en la carrera del domingo.
Y no os asustéis, al igual que Mercedes AMG, McLaren puede estar barajando la posibilidad de descorchar alguna parte más durante el fin de semana con el fin de tener elementos con poco kilometraje para afrontar otras citas en las que sea menos asumible este tipo de sanción. La mala noticia viene de que el motor instalado esta mañana para la FP1, la última evolución que traía Honda y en el que se habían invertido hasta siete tokens (modificaciones en ICE y turbo principalmente), ha dado bastantes problemas, no pudiendo ser probado a fondo ya que el asturiano únicamente ha podido hacer tres vueltas por una fuga de agua en el ERS.
Precisamente este problema mecánico parece que ha llevado a la escudería de Woking a tomar la decisión de montar una unidad de potencia con especificaciones anteriores para el resto del fin de semana. No es el único que se verá retrasado. Además de Hamilton y Alonso, Marcus Ericsson también afrontará una penalización de 10 posiciones al sustituir el turbocompresor en su Sauber C35, también la sexta unidad del año.