La sesión clasificatoria de Spa-Francorchamps siempre iba a ser difícil para los pilotos españoles pero el resultado final ha seguido siendo decepcionante, con el peor resultado del sábado de la temporada. Carlos Sainz saldrá mañana desde la décimocuarta posición y Fernando Alonso lo hará desde la última fila de parrilla a la espera de saber si deberá montar un nuevo motor que le mandaría al pit-lane.
Para Fernando Alonso, la sesión clasificatoria no tenía prácticamente ningún uso al saber que iba a penalizar. El piloto asturiano saldrá desde la última fila, siempre a la espera de saber si podrá montar el nuevo motor de cara a la carrera, en cuyo caso debería salir desde el pit-lane al «romper» la normativa de parque cerrado. Aún así, McLaren mandó a su piloto a pista pero detectaron un problema arriba del Raidillon en una nueva muestra de la desesperante situación del equipo de Woking.
Carlos Sainz pasó in extremis a la Q2, el objetivo principal marcado para la sesión clasificatoria. Fueron apenas 70 milésimas, las que separaron al español de Felipe Nasr, el piloto más rápido en quedar eliminado en la primera parte de sesión clasificatoria. La segunda parte fue mucho más simple para Sainz, esperando hasta el último momento para realizar un único intento a sabiendas de que no tenía opciones de entrar en la Q3 y lo importante era conservar neumáticos.
El piloto madrileño terminó su vuelta en décimoquinta posición pero saldrá desde la décimocuarta por la sanción que recibe Esteban Gutiérrez por haber bloqueado a Pascal Wehrlein en los entrenamientos libres. Será una séptima fila para el piloto de Toro Rosso, que lo tendrá difícil para puntuar en el día de mañana teniendo en cuenta que el motor Ferrari que monta el equipo italiano es la unidad del año pasado, lo que hace que tengan menos potencia que prácticamente cualquier otro coche de la parrilla.