Previo del Gran Premio de Italia: hora de exprimir los motores a fondo

De uno de los imprescindibles del Mundial de Fórmula 1 a otro. La buena noticia de la semana ha sido sin duda la de que cada vez está más cerca la renovación del contrato para que Monza siga recibiendo al Gran Circo las próximas temporadas, sin embargo, esta también se está viendo tapada por todo lo que se está hablando fuera de la pista. La desgracia humanitaria de Italia, la polémica con las acciones de Max Verstappen en Spa-Francorchamps o el anuncio de la retirada de Felipe Massa han marcado la actualidad del campeonato durante las últimas horas.

Y es una pena, ya que estamos ante el circuito más rápido de la temporada, título que a partir de este año deberá compartir con el urbano de Bakú, pero que sin duda siempre mantendrá ese halo de magia, de singularidad, que rodea a una pista en la que se han escrito tantas y tantas páginas de la historia del automovilismo. Largas rectas en las que exprimir el motor al máximo separadas por curvas de mucho apoyo aerodinámico y chicanes lentas. Eso es lo que muchos pensarán de Monza, sin embargo, el ambiente que lo rodea hace que no sea simplemente un trazado más.

Llegamos a Italia con la lucha por el campeonato en todo lo alto. Un error de Rosberg o de Hamilton (o un problema de fiabilidad) en estos momentos puede significar una desventaja demasiado importante en la batalla por el título. Pero hay más puntos de interés más allá de la batalla entre los Mercedes. Además del visto bueno de los médicos de la FIA a la participación de Magnussen tras su leñazo del domingo, Sebastian Vettel llega al que es posiblemente uno de los circuitos más importantes en su carrera deportiva. En él consiguió su primera victoria con un Toro Rosso hace ocho años, y ese tipo de hitos se recuerdan con mayor añoranza cuando te das cuenta de que estás lejos de pelear por victorias y títulos.

Es un trazado en el que se espera que McLaren-Honda sufra mucho más que en Spa-Francorchamps, un sitio en el que tanto Manor como Force India o Williams pueden dar la campanada. Toro Rosso, al igual que los de Woking también ven con recelo la llegada a Monza, tal vez no llegue en el mejor momento para Carlos Sainz Jr. y Daniil Kvyat tras lo que sufrieron en carrera y clasificación respectivamente.

Un circuito en el que estás hasta el 75% del tiempo de la vuelta con el acelerador a fondo y donde el añorado Michael Schumacher dominó durante años, es también un reto para técnicos y pilotos, especialmente a la hora de reglar el monoplaza. El sentido común al ver esas largas rectas te diría que descargues el alerón trasero al máximo (veremos si se alcanzan los 380 km/h anunciados), pero una vez llegas a las fuertes frenadas previa a las dos primeras chicanes y afrontas las curvas de la Parabólica y la Curva Grande te das cuenta de que necesitas apoyo y un coche atado que no te obligue a corregir en cada vuelta.

Estamos ante el que puede ser el último año de la configuración de Monza tal y como la conocemos, recordemos que hace unos meses se hicieron públicos unos planos en los que se eliminaba la primera chicane, acometiendo la primera parte del circuito a gran velocidad. En cuanto a los neumáticos, se habla de que los equipos pueden afrontar una única parada (los neumáticos superblandos y blandos parecen los elegidos, con siete décimas por vuelta de diferencia estimada entre ellos). Los puntos de adelantamiento claros son la Variante del Rettifilo y Ascari, gracias a las zonas de DRS que las preceden y todo ello a pesar de que aquí el sistema no es donde más rendimiento da, debido a la configuración casi plana del alerón que tan sólo te hace ganar unos 6 km/h con la ‘boca abierta’.

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