Primer golpe a la carrera, especialmente dentro de la categoría de quads, en la que los hermanos Patronelli, Marcos y Alejandro, han animado junto a otros hombres como Casale o Sonik las últimas ediciones de la carrera sudamericana. En este caso fue Marcos, ganador de la edición 2016 (además de las de 2010 y 2013) el que confirmaba al medio argentino CORSA que ni él, ni su hermano estarán en el próximo Dakar.
Sorprendentes declaraciones cuanto menos de uno de los hombres fuertes del Dakar en cuadriciclos. Y es que no a todo el mundo le gustó el recorrido de la pasada edición del Rally-Raid más duro del planeta y el de 2017 no promete ser muy distinto. Sin Chile y Perú la carrera ha perdido gran parte de su carácter de navegación, convirtiéndola en una prueba más al sprint, con el cansancio acumulado (tanto físico como mental, ya que rodal al límite durante dos semanas agota), el calor y la altitud como grandes dificultades para los participantes.
La decisión ya está tomada, el año que viene no vamos a correr el Dakar. El recorrido que eligió la organización no nos termina de cerrar. Principalmente la etapas en Bolivia. No lo digo por la gente, porque los bolivianos son unos fenómenos, pero los caminos no son atractivos y a eso se le suma la altura. Creo que hay muchos otros competidores que piensan como nosotros. Para ir a pasarlo mal, no vamos.
La revelación más sorprendente no deja de ser la realizada por el pequeño de los Patronelli al reconocer que tal vez haya un futuro para los hermanos argentinos en coches, no ocultando que podría compartir equipo con el espectacular y polémico Robby Gordon.
Nos gustan las partes desérticas y con mucha arena, como cuando arrancó la carrera en Sudamérica. Si el Dakar vuelve a Perú o a Chile, seguramente volveremos a estar. Ya sea sobre un cuadriciclo o en auto, porque tenemos la oportunidad de hacerlo en el equipo de Robby Gordon.
Además, durante el día de ayer se produjo un incendio en uno de los camiones que el equipo Mammoeth RallySport tenía pensado llevar a la próxima edición del Dakar. De nuevo en manos de Martin van den Brinke (tuvo que abandonar este año por un incidente similar) el Renault Sherpa con la cabina tipo torpedo se incendiaba y era pasto de las llamas en tan sólo unos minutos, obligando al equipo a construir una nueva unidad antes del mes de enero. Prometía ser un buen animador ajeno a la habitual lucha KAMAZ vs IVECO.
Vía | CORSA Online
