La sesión de clasificación del pasado GP de Singapur nos dejó una imagen llamativa; la de Sebastian Vettel rodando por la pista a un ritmo lento y con su Ferrari a tres ruedas en las curvas. Algún elemento de la suspensión trasera se dañó rompiendo el equilibrio del coche, y aunque el cuatro veces campeón del mundo lo intentó, su vuelta se quedó a más de cuatro segundos de la de su compañero de equipo, lo que le dejaba en última posición.
Afortunadamente para los intereses del piloto alemán y gracias a una acertada estrategia del equipo Ferrari, Vettel pudo minimizar los daños en carrera finalizando en una muy meritoria quinta posición a menos de medio minuto del ganador. Pero lo ocurrido el sábado me hizo recordar momentos en los que otros pilotos lograron tirar de épica para salvar el resultado, tratándose eso sí, de carrera y no de clasificación.
Para el primero de los casos nos desplazamos hasta Francia, durante la disputa del GP de Pau de 2014, el histórico trazado urbano donde los Formula 3 disputaban la tercera cita de la temporada. El hoy piloto de Formula 1 Esteban Ocon debutaba en la categoría con mano de hierro, sorprendiendo a propios y extraños y dejando fuera de sitio a un Felix Rosenqvist que estaba llamado a dominar. Ocon llegaba a casa habiendo conseguido cinco podios de seis posibles, y continuó la gran racha con una victoria en la primera carrera del fin de semana. Sin embargo, para la segunda cita, apareció la lluvia y con ello las complicaciones.
Ocon salía en primera posición, manteniéndola cómodamente ya que la carrera comenzó tras el safety car. El francés solo tenía la presión del más veterano, de Rosenqvist, mientras Max Verstappen y Tom Blomqvist se quedaban descolgados. Cerca del ecuador de la carrera, el sueco se acercó mucho a Esteban y ya soñaba con conseguir el primer triunfo de la temporada para poner fin al comienzo desastroso donde no había logrado subir al podio. Felix se acercó a Esteban en la frenada de Pont Oscar, uno de los puntos conflictivos del circuito (34:50 en el vídeo) tanto, que no pudo reaccionar cuando Ocon se cerró, impactando contra el francés y quedando fuera de carrera. Esteban salió impune en apariencia, aunque pronto se comprobaría que sus tiempos empezaban a caer, y una vez el cámara se centró en el francés, se evidenció como, al igual Vettel, el coche se ponía a tres ruedas en cada curva.
Esteban se centró en rodar lo más deprisa posible, con la esperanza de que la ventaja abierta con Blomqvist fuera suficiente para completar el resto de carrera. Con cerca de seis segundos de margen, apareció un safety car que destruyó la ventaja del francés respecto a sus rivales al tiempo que reducía considerablemente el tiempo de carrera. El coche de seguridad se marchó con apenas dos minutos restantes de carrera. Esteban no pudo hacer nada por contener a Tom más de un par de curvas, pero sí pudo contener de forma estoica a un grupo de perseguidores formado por Jake Dennis, Antonio Giovinazzi y Dennis Van de Laar. Esteban cerró al máximo los huecos para finalizar en segunda posición, a casi cinco segundos del ganador, pero logrando un podio con un vehículo extremadamente lento.
El segundo de los casos a comentar ocurrió también en 2014, pero en esta ocasión en Portimao, dentro de la EuroFormula Open, teniendo como protagonista a Alex Palou. El de Campos Racing luchaba por meterse en posiciones de podio cuando en la tercera vuelta de carrera tuvo un contacto con Cameron Twynham. Parecía el final de carrera, ya que los daños eran ostensibles. No solo tenía dañado el lateral del alerón, sino que el alerón estaba sujeto al monoplaza únicamente por uno de los dos soportes, lo que provocaba que este bailara sin parar al tiempo que se observaba que una de las barras de la suspensión delantera se había salido de su soporte, quedándose sin apoyo.
Mientras el equipo se preparaba en boxes para un cambio de alerón, Palou trataba de mantenerse en pista lo más rápido posible tras el empuje de Tanart Sathienthirakul y tras haber perdido posición con Yu Kanamaru. Con 13 vueltas por delante, Alex decidió quedarse en pista, soñando con amarrar unos puntos que se antojaban imposibles si se pasaba por boxes. Pero para sorpresa de todos, Alex comenzó a estabilizar sus tiempos y a acercarse a Kanamaru y Cameron, quienes luchaban por el último escalón del podio.
Con nueve vueltas por delante, dirección de carrera sacó a pista el coche de seguridad para retirar dos monoplazas accidentados, lo que apelotonaba el grupo, algo no excesivamente positivo cuando tus tiempos por vuelta no son competitivos, pero que te da la oportunidad de salir beneficiado de las diversas batallas que podrían darse en pista. Alex se situó en cuarta posición debido a diferentes problemas sufridos por Sandy Stuvik y con la marcha del safety car…decidió atacar.
Alex apuró frenada y no solo consiguió adelantar a Yu Kanamaru sino que también le ganó la partida a Cameron Twynham aupándose hasta la segunda posición en una de las maniobras del año. Las siguientes vueltas estuvieron cargadas de emoción con una lucha encarnizada entre el piloto español y el hoy piloto de Teo Martín Motorsport en Formula V8 donde el japonés ganó la partida.
Sin embargo, al llegar al parque cerrado, ni Janosz, ganador, ni Kanamaru, segundo, mostraban la alegría de Alex Palou y el equipo Campos Racing quienes habían logrado finalizar terceros, incrédulos al revisar el estado del Dallara F312, eufóricos del resultado que se acababa de salvar con unos daños que superaban la barrera que acostumbra a delimitar un abandono.
Foto | EuroFormula Open, FIAF3