Volkswagen Motorsport ha regresado a España, pero esta vez el Polo R WRC ha dejado de ser un prototipo, una mula de test, para estar muy cerca de las especificaciones definitivas que competirán la próxima temporada en el Mundial de Rallyes. Tras haber realizado en secreto un test cerca de Finlandia del que no se filtraron imágenes (según la propia Volkswagen sólo se enteraron de él algunos miembros de Toyota, ventajas de tener la base en el país del 1.000 lagos) los de Wolfsburgo viajaron a Portugal y España para probar el coche tanto en tierra como asfalto.
A falta de un mes, el coche que estos días han estado probando los pilotos oficiales junto a Marcus Grönholm tiene prácticamente todos los elementos aerodinámicos definitivos así como las últimas medidas de seguridad implementadas por el equipo en colaboración con el resto de formaciones y la FIA (además de más litros de espuma protectora en las puertas también se ha modificado la jaula para proteger más de los impactos laterales). Tal y como podemos ver en el vídeo de los test sobre el asfalto de las carreteras de Tarragona, hay bastantes cambios respecto a la mula de test que lleva rodando el último año por medio mundo.
El propio director técnico de Volkswagen, François-Xavier Demaison confirmaba los nuevos cambios, con modificaciones en el diseño de los parachoques, un difusor más grande, nuevos pasos de rueda y un alerón claramente diferente al que se había montado hasta ahora. Además el Polo también sigue el camino del resto de fabricantes (todos menos Hyundai, que lo sigue teniendo a la derecha y M-Sport que sigue con un prototipo en una fase embrionaria), luciendo la salida del tubo de escape en posición central.