Tras la confirmación del nuevo puesto de Sven Smeets como director de Volkswagen Motorsport, en sustitución de Jost Capito, quedaba claro que una de sus nuevas tareas además de la de discutir los nuevos contratos de sus pilotos, iba a ser la de tratar junto a la dirección de la firma de Wolfsburgo el futuro de la sección deportiva. Sin opciones de mantener dos programas internacionales a la vez, se deben medir los pasos concienzudamente antes de decidir un cambio en el proyecto.
Es por ello que hasta el momento el Consejo de Volkswagen había marcado plazos de tres años a su programa dentro del Mundial de Rallyes coincidiendo con los ciclos reglamentarios. Tras confirmarse la continuidad hasta finales de 2019 del equipo en el WRC, ahora que empieza el siguiente ciclo (delimitado además por la introducción del nuevo coche), es el momento de discutir qué ocurrirá después, entre 2019 y 2022.
Obviamente el plan inicial sigue siendo el de mantenerse en el Campeonato del Mundo de Rallyes hasta que deje de ser rentable en términos de publicidad para la marca. Salpicado por el escándalo de las emisiones, Volkswagen también se vio obligada a reducir el presupuesto destinado a su equipo en el WRC como también lo hicieron Porsche y Audi en el Mundial de Resistencia, aunque no tuvo que reducir la presencia a sólo dos unidades. Le Mans, Fórmula 1, DTM, Mundial de Turismos, Dakar… Todos ellos estarían encantados de recibir al mayor fabricante mundial de 2015.
Es mejor empezar estas discusiones cuanto antes. Jost ya había comenzado con la estrategia para que Volkswagen permanezca en el motorsport más allá de 2019 antes de dejar su puesto. Si continuamos en el WRC después de 2019, entonces sería por otros tres años. El permanecer un año más no tendría sentido si 2020 es el inicio de un nuevo ciclo de homologación. Por otro lado, nuestro consejo siempre nos está pidiendo buscar otras posibilidades.
Vía | Autosport
