Rumor desde hace meses, hoy se ha convertido en realidad. BMW Motorsport ha anunciado su regreso oficial a la resistencia, concretamente a Le Mans con un reajuste estratégico del programa deportivo de la firma bávara. El primer paso será el de desembarcar en el Mundial de Resistencia en 2018 dentro de la categoría GTE, descartando de momento la llegada de un LMP1 que los rumores situaban a inicios de la próxima década.
Aunque no se ha revelado el coche con el que realizarán este asalto a la categoría, es de esperar que el M6 siga siendo el buque insignia de BMW en estas lides (la otra opción es el M5), compitiendo contra firmas como Aston Martin, Chevrolet, Ferrari, Ford o Porsche (además de la posible llegada de Lamborghini también en un futuro próximo), lo que anima mucho la resistencia lejos del foco de los prototipos no sólo para el WEC, sino también con la posibilidad de competir bajo el marco de la IMSA en Norteamérica.
La apuesta de BMW por la resistencia se ve de esta forma reforzada, con el recién estrenado M6 GT3 (y la participación en el IMSA SportsCar WeatherTech del GTLM), la llegada también en 2018 del M4 GT4 y de este nuevo GTE cerrarán por el momento el círculo, teniendo en cuenta que la firma de Múnich tiene a su vez participaciones en el Dakar con el MINI de X-Raid o en la Fórmula E junto a Andretti Autosport. Obviamente, no se ha especificado si este regreso a Le Mans puede afectar al programa del DTM, pero todo parece indicar que ambos serán compaginados.
La última participación de BMW en las 24 Horas de Le Mans data de 2011 con el M3 GT2. El nuevo coche se espera que esté rodando ya el próximo verano y tratará de repetir el éxito conseguido en 1999 por el V12 LMR diseñado por Williams (también ganaron en 1995 como suministrador de motores del McLaren GTR). Premio para todos aquellos a los que les pareció sospechoso que los pilotos BMW en el DTM pasaran a reforzar la resistencia…
