El pasado fin de semana el mundo de la Fórmula 4 vivió mirando hacia el Mediterráneo. Por lo menos en concepto, con España e Italia como los lugares donde hubo carreras en lo que son las categorías de promoción de monoplazas. Imola y Cheste vivieron fines de semana muy distintos, repartiéndose dominios habituales y descalabros inesperados.
La Fórmula 4 española volvió a la acción por primera vez desde principios de julio, habiendo dejado un espacio estival para permitir a los pilotos centrarse en la Fórmula 4 SMP -llevada también por Koiranen-. De esta manera, el circuito de Cheste fue testigo de la cuarta cita de la temporada con buenas y malas noticias en cuanto a su inscripción. Con tres pilotos españoles en pista, la rojigualda era la bandera con más representantes en pista. Lo malo fue que en total solo hubo ocho participantes, menos que nunca este año.
En estas condiciones, a pocos les sorprendería la tripleta de victorias de Richard Verschoor, que lleva ya nueve triunfos seguidos y diez en total esta temporada. Algo más inesperado fue ver a Xavier Lloveras en segunda posición en las tres carreras, lo que le alza hasta la tercera posición de la general aunque lejos del segundo, Aleksandr Vartanyan. Fue también valorable la actuación de Marta García, con dos quintos y un sexto, mientras Antolín González solo terminó dos de las carreras, siempre séptimo.
En Italia, Mick Schumacher y Marcos Siebert vivieron sus peores fines de semana del año a pesar de estar en las primeras posiciones en parrilla. Mientras el alemán se llevó un cero de Imola, Siebert solo puntuó gracias al tercer puesto en la segunda carrera del fin de semana, lo que le mantiene líder del certamen ante la última cita en Monza. Los ganadores del fin de semana fueron Job van Uitert y Marino Sato, cuarto y décimo sexto en la general respectivamente.