Fórmula 1, DTM, GP2… y ahora también GP3. El mal endémico en el que se ha convertido el DRS llega también a las categorías de monoplazas pequeñas, aquellas en las que se debe de forjar a los pilotos de futuro y aprender las bases que el ayuden en el resto de su carrera. A luchar cuerpo a cuerpo, tratando de aprovechar el rebufo hasta el último segundo y apurar la frenada hasta el último metro.
En la temporada 2017, el monoplaza Dallara GP3/16 estará equipado por un sistema similar al que utilizan su hermanos mayores de la GP2 y Fórmula 1, con un formato de activación idéntico, el cual se llevará a cabo en unas zonas delimitadas previamente en el circuito. Bruno Michel, director de las GP3 Series asegura que está decisión es para prepararles a dar el salto a GP2, pero en cierta manera también se devaluará la acción del adelantamiento, limitándose el aprendizaje de los jóvenes competidores dentro de otras áreas.
Una opción sin duda comprometida ya que si bien en la F1 y GP2 podemos también achacarlo a una forma de aumentar el espectáculo (está claro que este año la GP3 no ha sido una de las series más interesantes) y la acción de pista, aquí lo que se trata es de formar a los futuros pilotos de las principales categorías.
Obviamente, con la configuración actual de los alerones traseros de los GP3 no parece que se vaya a extraer mucho partido de este sistema de DRS, aunque los responsables técnicos del campeonato están buscando una nueva configuración del ala para hacerlo más eficaz e interesante. El sistema será probado durante al menos ocho días de test en tres circuitos distintos y los equipos recibirán por su parte el kit 2017 dentro de pocas semanas. Lo dicho, para un servidor no deja de ser un error.