No se puede ocultar que el rendimiento de los dos R5 del Grupo PSA no ha sido el adecuado desde su debut y tampoco ahora con el kit de evolución en el que prácticamente ninguno de los pilotos cliente parece terminar de confiar (Cohete compitió en Córcega de nuevo sin él en su 208 T16). Esto hace que las informaciones provenientes de tierras galas sobre la posible creación de un nuevo R5 basado en el Citroën C3 no suenen nada descabelladas.
Tal y como indica el medio francés AUTOhebdo una vez instalado el kit y que este quede registrado en el pasaporte técnico de dicha unidad, esto ya no se puede revertir. Si a ello le sumamos que homologar nuevas piezas es todavía más complicado que en el caso de los WRC, la situación se complica, e incluso podemos decir que es cuanto menos difícil salir de este bloqueo en el que se encuentran ambos fabricantes franceses.
En principio Yves Matton habría confirmado que la versión R5 será la primera en llegar tras el WRC 2017, por lo que no habrá el desarrollo de un nuevo R2T bajo el reglamento que está escribiendo la FIA para dicha categoría, al menos por el momento. La fecha que se ha puesto de posible debut apuntaría a 2018, año en el que podría compartir protagonismo también con el R5 del Toyota Yaris que la firma nipona planea fabricar desde hace meses. Pierre Budar hará las labores que hace por ejemplo Andrea Adamo en Hyundai Motorsport, encargándose de la sección de carreras-cliente para Citroën.