Después de decir en la previa de la tercera temporada de la Fórmula E que NEXTEV NIO iba poco a menos que ser una comparsa, cualquiera podrá imaginarse la cara de tonto de un servidor al ver que Nelsinho Piquet y Oliver Turvey coparon la primera fila de la parrilla del ePrix de Hong Kong tras una sesión de clasificación algo caótica. Pero afortunadamente para mi ya escasa credibilidad, la carrera y la estrategia pusieron las cosas en su sitio, logrando el triunfo el vigente campeón, Sébastien Buemi.
La razón de esa sorpresa de NEXTEV NIO en clasificación hay que buscarla en unos pianos muy puñeteros que se cobraron varias víctimas durante la jornada. En la sesión que define la parrilla los caídos fueron Lucas di Grassi y Robin Frijns, lo cual además forzó la cancelación de la Superpole al no haber tiempo suficiente para recargar los monoplazas antes de la carrera. Junto a la brillante actuación de ese equipo hay que destacar también el debut de José María López al superar a su compañero Sam Bird y colocarse tercero en parrilla, por delante ambos de Sébastien Buemi.
Por desgracia para el argentino y la afición de aquel país, que respondió a la llamada del FanBoost, la carrera se torció desde la misma salida. Pechito perdió posición con Sam Bird y probablemente un toque fue lo que destrozó el ritmo de su DS Virgin, perdiendo posiciones de forma imparable. También víctimas de toques cayeron Ma Qing Hua, Daniel Abt y Lucas di Grassi, aunque este último al ver la bandera negra y naranja en lugar de cambiar de coche optó por sustituir el alerón delantero, una decisión clave en el devenir de la prueba.
Por delante aguantaron los NEXTEV NIO con Oliver Turvey ejerciendo de tapón ante Bird y Buemi, pero tal tapón saltó en la vuelta 6, viéndose superado por ambos. Para entonces ya habían caído otras dos piezas importantes de la parrilla: el nefasto inicio de temporada de Techeetah se confirmaba al entrar Jean-Éric Vergne en boxes y Felix Rosenqvist perdía la trasera y se iba contra el muro cuando rodaba sexto, progresando y escoltando a su compañero Nick Heidfeld.
El momento clave llegó justo después. Pechito se fue contra el muro en la famosa chicane y el primer coche en llegar fue Nelsinho Piquet, que evitó el impacto pero no pudo seguir con su marcha, perdiendo así el liderato. Situación de Safety Car y en esas circunstancias aprovechan para cambiar de coche Sébastien Buemi y Lucas di Grassi, que aún parecía sin opciones de puntuar. Pero todo se fue conjuntando para que los dos mejores pilotos de la categoría hasta ahora terminaran disputándose la victoria.
No sin fortuna, pues la carrera parecía en el tejado de Sam Bird hasta que la desgracia se cebó con él. Unas vueltas después de la resalida el británico entró a boxes para cambiar de coche y el segundo monoplaza simplemente no arrancó, perdiendo una vuelta. Y así se encontró Sébastien Buemi con el liderato, quedándose tras él gracias al acierto estratégico Lucas di Grassi. La diferencia fue variando y hasta en algún momento pareció que el brasileño tendría alguna opción, pero finalmente el suizo se impuso. Completó el podio Nick Heidfeld, que llegó con lo justo a cruzar la bandera a cuadros.
Con la miel en los labios se quedó Nicolas Prost, seguido de los Andretti de António Felix da Costa y Robin Frijns, que recompensó así el esfuerzo de sus mecánicos al montar un coche nuevo entre clasificación y carrera. Completaron la zona de puntos Jérôme d’Ambrosio, Oliver Turvey y los Venturi de Maro Engel y Stéphane Sarrazin. La ansiada vuelta rápida, ante la cantidad de bajas importantes, fue para Felix Rosenqvist.
La caótica sesión de clasificación
La próxima cita de la Fórmula E 2016-17 tendrá lugar el 12 de noviembre en Marrakech.
Foto | Renault e.dams (Facebook)