¿Se puede ganar un campeonato a los omnipresentes GT3 con un turismo? Rotundamente sí. Así es como los franceses Guillaume Roman y Stéphane Ventaja se han proclamado campeones de las 24H Series 2016. Al volante de los habituales Peugeot 208 GTi de Altran, en los que se han venido montando diversos pilotos los últimos años, incluido el español Gonzalo Martín de Andrés, la regularidad y la fiabilidad han terminado dándoles un título por delante de numerosos GT.
Por supuesto que hay truco. De hecho principalmente hay dos trucos que explican cómo es posible que dos pilotos de turismos consten como primeros clasificados de un campeonato que, aunque tiene un gran componente amateur, cuenta con bastantes vehículos de primer nivel. El primero, que de cara a la clasificación general y absoluta cuentan los puntos obtenidos en tu categoría y aunque existe una cláusula que reduce la puntuación si hay baja inscripción, los buenos resultados cosechados por el Peugeot 208 GTi han sido constantes con o sin rivales de entidad. El segundo, que hasta 2015 los Peugeot de Altran tenían que luchar de tú a tú con la legión de SEAT León Cup Racer que pueblan estas parrilla. Una vez creada la categoría TCR el problema desapareció y se empezaron a enfrentar a rivales más asequibles entre los vehículos de la categoría A3.
Sumémosle a ello que en las 24H Series cuentan sólo los cinco mejores resultados y así es como Roman y Ventaja se han convertido en algunos de los campeones más improbables de la temporada, aventajando en nueve puntos a la campeona de 2015, Chantal Kroll, y sus compañeros de Hofor Racing. En ausencia del equipo Altran en Brno disponían de una buena oportunidad de alcanzar el título en la cita final, pero una baja inscripción de GT3 y su segundo puesto tras el equipo local Scuderia Praha fue insuficiente. Y no se puede decir que nos haya pillado de sorpresa: los pocos lectores que decidieron pinchar en nuestra crónica de las 24 Horas de Barcelona ya pudieron comprobar nuestras dotes de pitonisos en el último párrafo de la misma.
¿Suena a título devaluado? Es posible, pero estos sistemas de puntuación tan curiosos son tan viejos como el propio automovilismo y hasta bien entrados los años ochenta nadie se planteó simplificar los sistemas de puntuación de numerosos campeonatos donde coexistían cilindradas pequeñas y vehículos del más alto rendimiento. Aún hoy a nivel nacional hay campeonatos donde ganar tu categoría te permite optar al triunfo final: en el VLN alemán el año pasado los campeones pilotaban un Renault Clio Cup y en el Campeonato de Francia de Rallyes se suman los puntos obtenidos en la clasificación absoluta y la de tu categoría en cada una de las pruebas.
Foto | 24H Series – Eric Teeken