Hace una semana, regresando del Rally de Catalunya, no pude dejar pasar la ocasión de comprar el diario L’Equipe y ver un poco el trato que se le daba al cuarto título de Sébastien Ogier en el Mundial de Rallyes, algo que ya hizo Sébastien Loeb o que imita a las gestas realizadas por Alain Prost en la Fórmula 1 o Yvan Muller en el WTCC. Además de la crónica, el periódico deportivo más importante de nuestros vecinos galos destacaba unas declaraciones de Juha Kankkunen, el finlandés dejaba unas palabras que a buen seguro escocieron entre sus compatriotas.
Además de felicitar a Ogier por repetir su hazaña de conseguir cuatro títulos consecutivos del WRC, KKK dejaba claro que «era triste admitir que los pilotos finlandeses deben empezar a ser cuestionados» después de que Hirvonen no pudiera vencer a Loeb y que Latvala está sufriendo una frustración similar con su compañero de Volkswagen. A pesar de que Lappi y especialmente Suninen parecen estar en disposición de pilotar World Rally Cars oficiales en el futuro, está claro que hay una generación pérdida de flying finns entre Latvala y los dos jóvenes pilotos de Skoda en el WRC2.
Además de Esapekka y Teemu, los aficionados fineses tienen un nuevo motivo para la esperanza. Este mismo fin de semana, con 16 años recién cumplidos, Kalle Rovanperä se coronaba campeón absoluto de rallyes en el Nacional de Letonia, uno de los pocos que le permitía competir sin ni tan siquiera tener la mayoría de edad a la que está obligado en muchos territorios para poder completar los enlaces entre los tramos. Por el momento, es su copiloto, Risto Pietilainen el que se encarga de ello, pero al menos la federación letona sí le da una licencia especial para que pueda competir, buena muestra de ello es la bandera que luce en la ventanilla trasera.
Lo hizo al volante de un competitivo Skoda Fabia R5 preparado por TGR, completando la evolución lógica, (fulgurante, pero lógica en definitivas cuentas) que ha realizado desde los ocho años de edad, pasando de un Citroën C2 R2 y un Fabia S2000 antes de subirse a un vehículo capaz de luchar por campeonatos FIA. Hijo de un hombre de marca, uno de aquellos pilotos que Peugeot elegía dependiendo las características del rally para acompañar a Richard Burns y Marcus Grönholm, el descendiente de Harri Rovanperä ha demostrado no arrugarse frente a ningún reto y sumando cuatro victorias en lo que llevamos de temporada.
Ahora queda preguntarse cuál será el siguiente paso. Por ahora, llegar al Mundial de Rallyes es inviable aunque él mismo asegura que es su objetivo: “Mi ambición es ir al Campeonato del Mundo de Rallyes algún día, pero tengo que hacer todo paso a paso”. Un posible lugar de paso antes de cumplir la mayoría de edad puede ser el campeonato británico, donde el nivel se elevará y por donde ya pasaron pilotos como Jari-Matti Latvala cuando tampoco tenía la edad suficiente para competir en el WRC. A buen seguro será un reto aún más difícil que el de batir a hombres como Nikolay Gryazin o el letón Janis Vorobjovs. La gran esperanza finlandesa ya encandila.
