Saltó la sorpresa en la Super Fórmula con el anuncio por parte de B-MAX Racing Team sobre su participación en el ceramen en 2017. Actualmente, el equipo compite en los campeonatos japoneses de Fórmula 3 y FIA Fórmula 4, además del Super GT en la categoría GT300 y en las Fórmula 4 tradicionales a nivel local, contando además con el apoyo de Nissan y su NDDP en la mayoría de estructuras.
El equipo es el brazo de competición de B-MAX Engineering y fue fundado en 2010, escalando meteóricamente con el paso de las temporadas. En poco más de un lustro, el equipo ha pasado de no existir a llegar a la máxima categoría de monoplazas en Japón y una de las más potentes del mundo entero. En sus filas han estado pilotos como Yuhi Sekiguchi, Mitsunori Takaboshi, Lucas Ordóñez, Jann Mardenborough, Daiki Sasaki o Katsumasa Chiyo.
Por ahora, B-MAX no ha anunciado nada más que su entrada en la Super Fórmula para el año que viene. De esta forma, no se conocen detalles sobre los motores que utilizarán o con qué pilotos competirán. De hecho, aún no está claro si el equipo competirá con uno o dos coches. La lógica dicta que deberían competir con motores Toyota y que por lo menos un piloto debería salir de su equipo de Fórmula 3.
Pero, conociéndose su relación con Nissan y teniendo en cuenta que los motores que usan los GT-R del GT500 comparten especificación con la Super Fórmula, ¿sería posible que B-MAX fuera la puerta de entrada de un tercer fabricante de motores? Ciertamente, sería una sorpresa pero no es algo que deba ser descartado. Lo que sí está claro es que el día 24 de noviembre hay test para debutantes en Suzuka y B-MAX ya ha dejado claro que quieren estar presentes.
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