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Coches de competición para recordar: Venturi

Venturi nació en 1984 como MVS -Manufacture de Voitures de Sport- tras ser fundada por los ingenieros Claude Poiraud y Gérard Godfroy con el objetivo de diseñar y construir coches deportivos con los que Francia pudiera competir en el mercado y en los circuitos con marcas como Porsche o Ferrari. Aunque inicialmente sufrió los típicos problemas de las nuevas marcas al faltarle dinero, personal y simple fama, Venturi consiguió hacerse un nombre en el mundo de la automoción y del automovilismo.

Venturi LC92 – Fórmula 1

Curiosamente, la primera presencia seria de Venturi en el mundo de la competición no llegó de la mano de uno de sus coches, sino por la compra del equipo Lola-Larrousse en la Fórmula 1. Así, el primer Venturi de competición es en realidad un Larrousse, a pesar de su nombre. Aunque el coche fue diseñado por el equipo Larrousse como evolución del LC91, el nuevo LC92 no resultó ser especialmente rápido. Era evidente que Lola tenía más experiencia en diseñar coches y sin ellos a bordo, el resultado final sufría.

El Venturi LC92 no fue un coche competitivo y aunque el motor Lamborghini V12 que movía las ruedas fue más fiable de lo esperado, en ningún momento el monoplaza estuvo para luchar por obtener grandes resultados. De hecho, su único punto del año llegó de la mano de Bertrand Gachot en el Gran Premio de Mónaco tras una gran carrera en la que el piloto belga terminó por delante de seis otros pilotos. Aunque el coche no era una maravilla, el punto había mejorado la moral de toda la escuadra.

A pesar de ello, los resultados se mantuvieron en la misma línea poco competitiva hasta terminar el año, con Venturi intentando vender el equipo a un hombre de negocios llamado Rainer Walldorf que resultó ser un estafador de nombre Klaus Walz que escapó de la policía. Al final, fue encontrado en un hotel por la policía alemana y tras nueve horas de asedio con armas de fuego en ambos lados de la contienda, Walz fue abatido. El equipo acabó en manos de la propia Larrousse, que siguió en la Fórmula 1 mientras Venturi huía sin mirar atrás de toda esa locura.

Venturi 500 – Gran Turismo

El primer Venturi «de verdad» en aventurarse en el mundo de las carreras fue el 500, basado en el modelo de calle del mismo nombre. Originalmente, se creó con la idea de una copa monomarca con un punto de exclusividad con unas máquinas que evidentemente tenían el nivel de tecnología y velocidad necesarios para competir con los coches más conocidos dentro de las categorías de GT. Para demostrarlo, Venturi mandó siete unidades del 500LM a las 24 horas de Le Mans de 1993.

El resultado fue más o menos el esperado, con los 500LM por detrás de los Porsche 911. El primer Venturi clasificado lo hizo en vigésimo tercera posición de la general, octava de su categoría. Podría parecer un mal resultado a primera vista pero con cinco de los siete coches en marcha tras 24 horas, las máquinas francesas habían demostrado su dureza. Para una primera participación en la legendaria carrera y teniendo en cuenta los menores recursos que los rivales, el resultado había sido todo un éxito.

Tanto fue así que el Venturi Gentlemen Drivers Trophy de Stéphane Ratel acabó siendo uno de los puntos focales para la creación del campeonato BPR Global GT Series que conquistó los aficionados con la calidad de sus carreras, coches y pilotos. El Venturi 500 participó en cuatro carreras más a lo largo de 1993 y 1994, antes de dar por finalizada su actividad. Aún volvería a aparecer en competiciones en Francia y Bélgica entre 2002 y 2004, demostrando que el Venturi 500 había sido una máquina especial.

Venturi 400 – Gran Turismo

Si el Venturi 500 sirvió para abrir el apetito en el mundo de las carreras a la marca, el 400 resultó ser el modelo más prolífico, con distintas versiones según su objetivo. La versión «Trophy» fue la que más recorrido tuvo, comenzando su andadura en 1993 y pasando a ser uno de los coches más recordados de la década de los años 90 en el campeonato francés de GT. También llegó a pasar por España en 2003 y 2004 -tras haber competido una versión más simple en años anteriores-, siendo además el último campeonato en el que tomaron parte a tiempo completo.

El 400 Trophy volvió en 2007 para una carrera de GT4 en Magny-Cours. Pero fue la versión GTR, la más recordada internacionalmente, al tomar parte en las 24 horas de Le Mans. En 1994, el Agusta Racing Team tuvo sabor español y completó la carrera en una nada despreciable décimo séptima posición general, de nuevo octava en su clase, la GT2. No tuvo actuaciones demasiado destacadas con el paso de los años y terminó sus días en el campeonato francés de GT tras varias temporadas en el British GT.

Aunque los éxitos del 400 no habían sido particularmente espectaculares, el coche pasó a la historia como el primer coche del mundo en traer frenos de carbono de serie, viéndose en Venturi este equipamiento como una necesidad básica al tener un motor de más de 400 caballos de potencia. Aunque en aquel momento era difícil de predecir, el Venturi 400 sentaría un precedente en el mundo de los coches deportivos de altos vuelos de las marcas con las que había luchado.

Venturi 600 – Gran Turismo

Prácticamente como si para Venturi hubiera sido un proyecto con varias líneas paralelas, el 600 debutó en el mundo de las carreras en 1994, a la vez que el 400 y apenas unos meses después del 500. Con los años, el 600 y sus evoluciones, 600LM y 600SLM, resultaron ser especialmente populares y compitieron durante toda la década. De hecho, las últimas participaciones del 600 en competición llegaron más allá de los 90, en el campeonato español de GT en la temporada 2001.

Por lo general, el Venturi 600 y sus versiones fueron figurantes en las competiciones en las que tomaron parte, aunque ocasionalmente consiguió imponerse a sus rivales habituales de Ferrari y Porsche. Aunque para este cometido también contó con la presencia siempre esencial de pilotos del calibre de Henri Pescarolo, Jacques Laffite y Michel Ferté, algunos de los mejores corredores franceses de los años 70, 80 y 90. ¡Un combinado realmente explosivo!

A lo largo de su carrera deportiva, el Venturi 600 marcó un camino habitual de los coches de la marca francesa al tomar parte en certámenes por todo el continente europeo en países como Gran Bretaña, España, Bélgica y Francia. Este política ayudó no solo a que se expandiera el conocimiento de la marca, sino también a motivar que hubiera más ventas de sus máquinas, lo que era el principal objetivo de Venturi. En ese sentido y aunque no se ganaran carreras, se cumplió la misión.

Venturi 300 Atlantique – Gran Turismo

La victoria absoluta de Venturi en las carreras -excluyendo copas monomarca, claro- llegó en el certamen francés de GT, el FFSA, en la temporada de 1999. Sucedió en Pau, con el nuevo Venturi 300 Atlantique, que utilizaba parte del conocimiento aprendido con los coches de competición previos. El popular Atlantique era una máquina mucho más refinada, más ágil al tener una aerodinámica más trabajada y unos componentes más a la altura de las circunstancias.

El triunfo llegó de la mano de Gérard Larrousse y Thierry Depoix, pilotos del Venturi 300 Atlantique en 1999. El equipo Riverside Compétition mantuvo la versión original en activo a lo largo de las temporadas de 1999, 2000, 2001 y 2002, con una participación invitada en 2003 con el Auto Sport Promotion. Su reemplazo, la versión GTR, debutó en 2001  y tomó parte en dos temporadas completas en francia con estos dos equipos.

Aunque el 300 no fue el último modelo de Venturi en pisar las pistas, sí fue el último proyecto en partir de su factoría. Aunque la forma de trabajo de los franceses habría podido tener un futuro, con unos coches que al final tenían precios de deportivos de lujo y no podrían venderse lo suficiente como para sostener la compañía. Desafortunadamente, el resultado fue el previsible y Venturi llegó al final del camino en el año 2000.

Tras entrar en bancarrota en el año 2000, en 2001 Venturi cambió de propietarios y bajo la nueva dirección, la marca se centró en el desarrollo de coches eléctricos, lo que llevó al diseño de máquinas como el Fétish, el Astrolab o el Eclectic. En tiempos recientes, los coches eléctricos son básicamente en lo que trabaja Venturi, que además ha estado presente en la Fórmula E desde su primera temporada. Con el futuro del campeonato cada vez más abierto y la posibilidad de que los equipos construyan sus propios coches, puede que el siguiente Venturi de competición no tarde más de cinco años en llegar…

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