A algunos el nombre de Michel Fabre aún no os sonará. A otros se os habrá olvidado. Pero para una maravillosa minoría de los aficionados a los rallyes este sexagenario ha pasado a la historia aún sin cumplir su objetivo. Porque en el pasado Rally de Gales a Fabre se le esfumaron las posibilidades de proclamarse campeón de la categoría WRC3 al ser tan sólo quinto y finalizar Simone Tempestini. El italiano afincado en Rumanía, protagonista de la foto que encabeza este artículo, suma el título en WRC3 a su corona junior.
En el fondo la culpa es de los chinos. No, no es un brote de xenofobia por mi parte. El plan maestro de Michel Fabre para proclamarse campeón del mundo consistía en sumar muchos puntos en las citas extraeuropeas del Mundial de Rallyes, acumulando victorias en México y Argentina además de un sorprendente triunfo en Suecia (cierto es que sin rivales). Y con Australia al final del año, todo era posible. Pero la cancelación del Rallye de China ha provocado que aún ganando en la última cita del campeonato se quede a un punto de Tempestini.
Por desgracia difícilmente Michel Fabre se volverá a ver en otra igual porque su curiosa aventura no ha gustado en la FIA y como ya os contó mi compañero Iván Fernández se avecinan cambios en las categorías teloneras del Mundial de Rallyes y el certamen reservado a los vehículos de dos ruedas motrices corre serio riesgo de ser cancelado.
Foto | Citroën Racing