El Mundial de Rallyes ha pasado de tener prácticamente todo atado a la espera de las confirmaciones de los fichajes de Esapekka Lappi por Toyota, de Ott Tänak por M-Sport, Elfyn Evans en DMACK y Mads Ostberg en Adapta para tener una segunda Silly Season esta misma temporada. El adiós de Volkswagen a final de temporada deja sin equipo a tres de los principales nombres del panorama actual del WRC y los equipos ya buscan hacer encajes de bolillos para poder dar cabida a los ex de la firma germana después del Rally de Australia.
Sin confirmación de que haya por el momento posibilidades de un equipo satélite con los Volkswagen Polo R WRC de 2017, Sébastien Ogier tiene ahora mismo la llave de un mercado que puede provocar muchos movimientos, ya que prácticamente ninguno de los equipos está en disposición actualmente de tener cuatro coches (en el caso de Citroën, M-Sport y Toyota tres) en la salida del próximo Rallye de Monte-Carlo.
Obviamente el tetracampeón podrá conseguir cualquier coche, e incluso Citroën Racing, a través de las declaraciones de Yves Matton se ha mostrada interesada en ofrecer un acuerdo con su ex piloto para la próxima temporada, pero que en ninguno de los casos cambiará su alineación ya confirmada en la que figuran Stéphane Lefebvre y Craig Breen acompañando al piloto número uno del equipo que es Kris Meeke.
Está claro que el tetracampeón podrá elegir el coche que quiera, e incluso se rumorea que ya habría recibido la llamada de Malcolm Wilson (Matton asegura que él no ha mantenido por el momento conversaciones con Ogier). Algunos como Dani Sordo ya le habría dicho incluso a Michel Nandan que sería un lujo contar con Ogier en el equipo Hyundai, sin embargo, aquí también pueden pesar mucho las decisiones personales. Con su vida estable en Alemania, no es descartable que Sébastien no vea con malos ojos la posibilidad de trabajar en Alzenau y quedarse cerca de la familia en lugar de fichar por Citroën, equipo que actualmente parece que volverá a ser la gran potencia del Mundial.
Los casos de Latvala y Mikkelsen parecen un poco más difíciles, al menos a la hora de recalar en las opciones ‘lógicas’ de Hyundai y Citroën. Los dos pilotos nórdicos sonaron en el pasado como futuribles de Toyota GAZOO Racing, reconociendo Tommi Mäkinen que no fueron más allá las conversaciones ya que ambos tenían contrato con Volkswagen. Ahora, a pesar de seguir vigente dicho acuerdo, todo parece que tanto Jari-Matti como Andreas quedarán libres para poder negociar con los japoneses, y en el caso de Latvala, puede ser su gran oportunidad de liderar un proyecto y además hacerlo muy cerca de su casa en Finlandia. Sería la guinda a este proyecto nacional que encabeza el cuatro veces Campeón del Mundo con Mitsubishi.
Por su parte Mikkelsen parece esa pieza que puede dar lustre a cualquiera de las dos formaciones. En M-Sport hace tiempo que buscan a un piloto experimentado, rápido y joven, un papel que no ha sabido jugar Mads Ostberg y que no han encontrado en la hasta ahora manifiesta irregularidad de Ott Tänak. Por si fuera poco, siempre queda una última opción que sería la de rescindir alguno de los millonarios contratos (inflados gracias a la normativa de los tres coches por equipo) y hacer hueco en alguna de las plantillas cerradas a las tres piezas de Volkswagen. Lo dicho, Silly Season en estado puro.
