Previo del Gran Premio de Brasil 2016. Que gane el mejor

Penúltima cita del Campeonato del Mundo 2016 y todavía no tenemos vencedor. A pesar de que volvemos a tener la impresión de que ha sido una temporada un tanto insulsa debido al dominio ejercido por Mercedes AMG, lo cierto es que los 19 puntos que separan a Nico Rosberg y Lewis Hamilton a estas alturas nos pueden regalar grandes momentos. Especialmente ahora que llegamos a Interlagos, una pista propensa a grandes tardes de drama como ya hemos podido ver en la última década.

La pista paulista es la segunda más corta del año y gracias a su renovación estética y de instalaciones ha pasado el filtro, siempre exigente, al que somete Bernie Ecclestone a los trazados clásicos. Un circuito que gira en sentido contrario a las agujas del reloj, con curvas con mucha personalidad como la S de Senna o la curva del sol y con cambios de altura, algo que siempre suele ayudar a que visualmente las carreras sean más interesantes.

Una vuelta muy corta que te puede poner en problemas el sábado si no sabes gestionar el tráfico en pista a la hora de encontrar una vuelta con aire limpio. Un circuito de carga aerodinámica y tracción, especialmente a la hora de afrontar el último sector y la sección rápida que desemboca en la corta recta de meta, punto en el que se ven la mayoría de adelantamientos. Sin embargo, no os equivoquéis, no es fácil adelantar en esa fuerte frenada de la primera curva si llegas por el interior todavía sin la posición tomada. Arrojo y algo de descaro son necesarios para llegar a la bajada por delante, algo que no te asegura que por el camino se haya quedado algún trozo de carbono de tu monoplaza.

Las obras de rejuvenecimiento a la que se ha sometido Interlagos le han restado algo de ese carácter de otra época que tenía al mejorar el grip del asfalto y eliminar algunos baches que se reproducen de forma crónica y que ya se habían convertido en famosos. Aun así, es uno de los trazados más especiales de la temporada, con marcada filosofía sudamericana como bien demuestra los pianos planos y curvas muy enlazadas y suaves.

Allí Senna, Schumacher, Vettel, Hamilton, Alonso o el propio Räikkönen escribieron sus nombres con letras doradas en las páginas de la historia, y allí este fin de semana se despedirá de su afición seguramente entre lágrimas Felipe Massa, el cual afronta el último Gran Premio de Brasil de su carrera deportiva en el mismo lugar en el que perdió el que podría haber sido su primer título Mundial.

En cuanto a los neumáticos, Pirelli ha elegido lo lógico para este circuito: duro (primera vez que se utiliza desde 2013), medio y blando, aunque las previsiones apuntan a que también podríamos llegar a ver tanto el viernes como el domingo (ambos con 80% de probabilidad de lluvia) los compuestos intermedios y de extrema lluvia de los milaneses. Las previsiones aseguran precipitaciones, pero afirmar algo en cuanto a los meteorológico en Brasil en esta época del año prácticamente te invita al error.

Las 71 vueltas nos dejarán posiblemente una victoria de uno de los Mercedes, aunque sin duda Red Bull jugará aquí un papel muy importante ya que pueden poner en aprietos a un Nico Rosberg que durante los últimos Grandes Premios se ha conformado con la segunda posición de parrilla. La estrategia ideal del ganador el año pasado, precisamente Rosberg, fue a tres paradas, mientras que Kimi Räikkönen, obligado a remontar optó por una a dos que le funcionó. Al alemán le bastaría con ganar, sin importar el resultado de Hamilton para ser Campeón. Ambos partirán en igualdad de condiciones en cuanto a los juegos elegidos para el fin de semana. Que gane el mejor.

Datos del Circuito de Interlagos: