Tras la salida de Audi era lógico que hubiera movimientos por parte de FIA y ACO para garantizar la viabilidad de la categoría LMP1 del Mundial de Resistencia y las 24 Horas de Le Mans. Y la reacción no se ha hecho esperar, pues apenas unas horas después de la última cita de la temporada 2016 los organizadores del campeonato han lanzado un comunicado anunciando que el reglamento técnico queda congelado hasta al menos finales de 2019.
La decisión es fruto de reuniones mantenidas en Sakhir por parte del Comité Estratégico del WEC, integrado por Toyota, Porsche, la FIA y el ACO y aunque no se dan mayores detalles en la nota de prensa, se sobreentiende que no seguirán adelante los planes de crear una categoría de 10 MJ (hasta ahora la capacidad máximo de los sistemas híbridos es de 8 MJ) o de autorizar un tercer sistema de recuperación de energía en los prototipos de fábrica.
Además se sigue trabajando con el fin de limitar el personal en pista y las horas dedicadas a desarrollo aerodinámico, no ya para garantizar el futuro de los programas de Toyota y Porsche como también para que la barrera de acceso a la categoría reina del mundo de la resistencia sea algo más baja que hasta ahora. ¿Un guiño a Peugeot? Y aunque el reglamento actual en LMP1 deja la puerta abierta al empleo de nuevas tecnologías, probablemente todo ello signifique que el hidrógeno tenga que esperar hasta al menos 2020 para luchar por la victoria en Le Mans.
Foto | Michelin