Libertad para luchar por la victoria, ¿y por el título? Nunca es fácil gestionar una lucha así, especialmente cuando llegamos a la última cita del Mundial con tus dos pilotos separados únicamente por 12 puntos y ambos están totalmente decididos a conseguir el título. Nico Rosberg era perfectamente consciente de que esta era su oportunidad de repetir lo que había hecho su padre hace 34 años, sin embargo, estaba claro que Lewis Hamilton no iba a tirar la toalla mientras tuviera opciones matemáticas de lograrlo, no lo hizo hace tres carrera, no lo iba a hacer hoy.
La firma de la estrella en teoría había permitido a sus pilotos luchar en pista por conseguir el triunfo en el Gran Premio de Abu Dhabi, pero sin duda no tuvieron en cuenta que Sebastian Vettel y Max Verstappen podrían estar tan cerca de sus dos pilotos en la recta final de la carrera. Lewis Hamilton hizo su trabajo el sábado, llevándose la pole, y obviamente debía intentar algo distinto para poder optar al título, o irremediablemente estaríamos frente a un nuevo doblete del equipo Mercedes AMG, con la consiguiente consecución del título por parte de Nico.
¿Cuál era su única opción? Comprimir al grupo, no dejar que Rosberg le superara y a la vez imprimir un ritmo lo suficientemente lento para que los de detrás llegaran al alerón trasero de su compañero de equipo. Una táctica completamente comprensible y que no se la ha inventado el tricampeón Mundial. Sin ir más lejos, es una de las estrategias habituales en el Mundial de Motociclismo cuando se llega a Cheste (por tradición la última cita del año) con el campeonato abierto. Por ello, me resultó incomprensible en su momento la petición del ingeniero de Lewis por radio de que no bloqueara y me sigue pareciendo aún más increíble que haya quejas a posteriori de hombres como Vettel, Wolff o el propio Rosberg sobre el comportamiento del ex piloto de McLaren.
Estoy muy orgulloso de haber conseguido la misma hazaña de mi padre. Definitivamente no fue la carrera más divertida que tuve, con Max al principio presionando y esos chicos llegando al final… Esa última vuelta no fue muy agradable. Me alegro de que ya haya terminado. Quiero dedicar la victoria a mi esposa… muchas gracias por el apoyo. Ha sido una carrera difícil. Horrible, por momentos. Lewis ralentizando, la lucha con Max… Horrible. La visión del equipo era una. La de Lewis, otra. Ya está.
En el caso de Sebastian Vettel, podemos ser mal pensados y creer que el alemán se alegra de que Hamilton no le haya dado caza en cuanto a títulos, que el de Ferrari sigue siendo el piloto de parrilla con más Campeonatos del Mundo o que incluso prefería la victoria de un compatriota antes que la de un hijo del ‘God save the Queen’, aunque me inclino porque al tetracampeón le hubiera gustado cerrar el año con al menos una victoria para maquillar algo la temporada. No pudo ser y pagó en parte la frustración con el british. Desde luego, la estrategia no me ha parecido mucho más criticable que el movimiento en frenada realizado por Vettel en el pasado GP de México.
Hubo una situación difícil al final con Lewis usando algunos trucos sucios. Cuando llegué detrás de Max, el coche empezó a derrapar, iba peor. Iba más rápido que Nico porque Lewis estaba ralentizando. Pero ellos eran muy muy rápidos en las rectas. Con el Red Bull fue más fácil porque Max no tenía el DRS, mientras que Nico sí lo tenía. En la recta de atrás, lo probé, pero Nico se defendió bien. No podía intentar algo estúpido porque Lewis estaba delante. Si me iba largo por el interior o el exterior existía el riesgo de que golpeara a Lewis. Fue un momento crítico porque veía como Max venía por detrás. Hice lo que pude. Rodando detrás de los Mercedes, el monoplaza se te va y los neumáticos se calientan.
En este caso estoy con Hamilton, él estaba jugando sus armas, no estaba jugando duro con Rosberg, tapándole de forma agresiva o dejándose adelantar para tratar de echarlo de pista en la siguiente frenada. Lewis estaba en su papel y sus pocas posibilidades de ser tetracampeón hoy pasaban por que Verstappen y Vettel llegaran. En todo momento parecía la situación controlada por él, e incluso si hubiera corrido el riesgo de perder la victoria, estoy seguro de que hubiera acelerado, por lo que para mí son injustificados los miedos de Mercedes AMG.
Fue una pena esa petición. No entiendo por qué no nos han dejado competir. No hubo ni un solo momento en que pensara que podía perder la carrera. No sentí que hubiera ningún riesgo. No creo que hiciera nada peligroso. Yo controlé el ritmo. Teníamos el título de constructores así que sólo dependía de mí. No hice nada que perjudicara al equipo.
En el peor de los casos, ¿Qué hubiera cambiado para Mercedes AMG tener un triunfo menos en el casillero? ¿Qué pesa más en la balanza, permitir a tus pilotos competir por el bien del deporte (y teniendo en cuenta que los títulos estaban ya adjudicados para los alemanes) o una victoria parcial más? Y lo más importante, ¿cómo pretendían que Lewis Hamilton pudiera luchar por el campeonato si una táctica tan impoluta como la realizada por el británico ha sido acusada de juego sucia y tachada de irresponsable por el equipo? No lo termino de entender…
No solemos entrar, ni mandar en nuestros pilotos cuando están peleando, sólo cuando se pone en peligro una victoria que tenemos segura, y hoy estaba ocurriendo eso. Si les dejáramos siempre a su aire, ganaríamos menos carreras y títulos. Soy jefe de equipo y he sido piloto, la situación es algo esquizofrénica, pero hoy vimos que perderíamos la carrera con ese ritmo y decidimos intervenir, pero él decidió ignorarlo. Debemos evaluar si esto sienta un precedente o no para el futuro.