Los rumores no se equivocaban. Decimos adiós al precioso Corvette DP que ha dominado el United SportsCar Championship estos últimos años y saludamos al nuevo Cadillac DPi-V.R., la nueva incursión en el mundo de la resistencia por parte de la división de lujo de General Motors. Tras unos años disputando el Pirelli World Challenge, donde actualmente alinea un par de ATS-V.R GT3, Wayne Taylor Racing y Action Express defenderán los intereses de Cadillac en la categoría reina del certamen IMSA.
Lo primero que llama la atención de este DPi basado en el LMP2 desarrollado por Dallara es que el nivel de personalización estética es menor que en el caso del precioso Mazda RT24-P. A nivel mecánico la filosofía de la marca japonesa y los hombres de Detroit no puede ser más distinta, pues en Cadillac han preferido tirar del tópico estadounidense y montar un V8 atmosférico de 6,2 litros, preparado para la ocasión por el departamento de motores de Earnhardt Childress Racing.
Según explicaron responsables de WTR en un test en Watkins Glen al que invitaron a algunos medios norteamericanos, la potencia estimada es de unos 600 caballos, similar por lo tanto a la del motor Gibson genérico que los LMP2 de nuevo cuño montarán a partir de la próxima temporada. Aún así ya veremos si la monta de propulsores turbo y atmosféricos supone quebraderos de cabeza a nivel de Balance of Performance como ya ocurre entre los GTE. A partir de las 24 horas de Daytona 2017, la respuesta.