Previstos para inicios de diciembre, finalmente los últimos test programados del Volkswagen Polo R WRC 2017 se han celebrado esta semana, con Dieter Depping haciendo la instalación y finalmente Marcus Grönholm llevando el peso de las dos jornadas de pruebas en las que el propio equipo ha asegurado que se han buscado terminar de tomar datos y dejar todo listo para la homologación. Un mero trámite final que por el momento no se llevará a cabo.
Obviamente sigue habiendo posibilidades, más bien remotas, de que veamos competir el coche la próxima temporada gracias a que Volkswagen Motorsport ha querido continuar con el plan de desarrollo de su Polo R WRC hasta las últimas fases. Año y medio después de comenzar a trabajar en aquella mula de pruebas y que ha terminado con un test sobre nieve, en Suecia, con algunos testigos de excepción como Patrik Sandell (que ayuda a los equipos a encontrar localizaciones para probar en su país) y sólo un reductor de los 200 empleados de la factoría de Hannover donde se diseñan, desarrollan y mantienen los vehículos de competición.
El equipo tiene actualmente entre cuatro y cinco unidades del Polo R WRC 2017 ultimándose, algo que obviamente no quiere decir que haya cambiado su decisión de no tomar parte del Mundial de Rallyes la próxima temporada como equipo oficial. Algunos medios, como AUTOHebdo han deslizado que hay posibilidad de poder hacer un equipo satélite, siempre hablando de cifras superiores a los 10 millones de €, algo que en ningún momento ha sido confirmado por la firma de Wolfsburgo. Otro de los motivos de que se haya decidido homologar el motor y el chasis es que estas piezas podrían ser utilizadas en otros proyectos bajo el paraguas de la FIA, quién sabe si el futuro Polo R5 se podría beneficiar de ello también.
Sven Smeets ha reconocido que los Polo R WRC anteriores 2013-16, unas doce unidades disponibles, estarán a disposición de todos aquellos pilotos que quieran alquilarlos. El nuevo responsable de Volkswagen Motorsport tendrá que capear el temporal para tratar de mantener a todos sus empleados y afrontar los nuevos proyectos (desarrollo del Polo R5 y continuidad en los proyectos en el GRC y TCR) con una fuerte reducción en el presupuesto destinado por el Grupo VAG al brazo deportivo de Volkswagen, estimado en la mitad del que disponían hasta ahora.
¿Qué tendría que hacer Volkswagen si quiere finalmente homologar el Polo R WRC 2017? Pues lo primero, pasar por caja y pagar los más de 315.000 euros que cuesta la inscripción, así como los 15.000 € que según Martin Holmes le costaría el apuntar que dos de sus coches puntuaran para el campeonato. Este pago podría haber sido ya realizado en el pasado, antes de que se conociera el adiós de la firma, sin embargo, no ha sido confirmado por ninguna de las partes. La inscripción de dos coches por Volkswagen antes del 19 de diciembre era condición indispensable, al menos con la reglamentación que había hasta el momento (desconocemos si el Consejo Mundial tomó alguna medida respecto a ello ayer).
Fotos | Patrik Sandell y Marcus Grönholm