Para Ferrari, la temporada 2017 supone una oportunidad ideal para recuperar el camino tras verse superada por Red Bull en 2016 a pesar de su sorprendentemente competitivo 2015. El cambio de normativa para el próximo año permitiría al equipo italiano desembarazarse de la «heréncia genética» de sus monoplazas tirando a conservadores y el optimismo se ha instalado en Maranello. Maurizio Arrivabene avisa que la Scuderia está trabajando a pleno rendimiento en el coche del año que viene desde agosto.
Arrivabene explica que los cambios al frente del equipo técnico se realizaron pensando ya en la temporada 2017 y allí fue donde empezó el trabajo, poco después de la marcha de James Allison. De hecho y siempre según el director de la Gestione Sportiva de Ferrari, Mattia Binotto está encabezando el equipo de trabajo de forma excelente y los rumores apuntan a que los resultados están siendo más que satisfactorios. Aunque parece que Ferrari tiene un as bajo la manga para acompañar a Binotto.
Aunque según el presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, Binotto cuenta con toda la confianza de la marca, hay otro elemento clave en el trabajo de Ferrari. Se trata de Rory Byrne, que forma parte de la gran restructuración en el equipo que involucra hasta a catorce grupos de trabajo organizados de forma mucho más horizontal. Se emula en cierta forma el ideario que Mercedes llevó al éxito en 2014, con el objetivo de replicar el éxito de las flechas de plata en la medida de lo posible.
En cuanto a Byrne, su retorno a Ferrari había sido tratado como parte de una colaboración en la que el surafricano era «solo» un consultor externo pero en los últimos meses ha estado trabajando codo con codo junto a Simone Resta en el monoplaza que saldrá de Maranello para 2017 -conocido internamente como 688-. Algunas fuentes hablan de que se habría intentado llevar al límite ciertas interpretaciones del reglamento, algo que hace tiempo que Ferrari no ha sido capaz de intentar.
En las últimas temporadas, Ferrari ha sufrido de una falta de agresividad en cuanto a inventiva mentras Red Bull y Mercedes han liderado un empuje creativo para sacar el máximo partido de sus coches, bailando al límite del reglamento. Incluso se han visto situaciones puntuales en las que Lotus, Sauber y Force India han demostrado buena creatividad frente a la falta de dinero, mientras Ferrari seguía estancada en una buena posición pero casi siempre insuficiente como para luchar por el título.
Para poder descubrir si realmente Ferrari ha hecho algo especial, habrá que esperar a los primeros test en Barcelona, ya que tradicionalmente las presentaciones ocultan todo lo posible llegando algunas veces a usarse coches del año anterior con detalles estéticos cambiados para simular los nuevos modelos -aunque eso será mucho más difícil de hacer en 2017- pero por ahora parece que en Ferrari están contentos con los primeros datos. ¿Podrán luchar por victorias el año que viene? Y lo que es más importante, ¿eliminarán los desafortunados detalles blancos de su decoración?
