A pesar de que hoy el mundo ha seguido girando y el Mundial de Rallyes ha pasado página con la presentación del Toyota GAZOO Racing en Finlandia, está claro que ayer se escribió una gran página en el libro de la historia reciente de M-Sport. El anuncio del fichaje de Sébastien Ogier supone un antes y un después para el equipo de Malcolm Wilson, el cual ha debido capear el temporal durante los últimos años, invirtiendo su propio dinero, el conseguido con su negocio carreras-cliente (venta de R5 y R2 principalmente) para mantener el equipo en el primer escalón del WRC.
Este anuncio tan importante no se quedó en un simple movimiento de piezas, no era la llegada de un piloto más en la larga historia del equipo de Cumbria, el cual lleva casi dos décadas preparando todos los Ford World Rally Cars que han pasado por el Mundial. Llegaba la pareja cuatro veces Campeona del Mundo de Rallyes, llegaba Ogier. El mismo piloto deseado que se le había escapado en dos ocasiones su fichaje y se abría un nuevo mundo por delante.
Ya poco importaba que M-Sport fuera el último equipo en comenzar los test, que no cuenten con el apoyo oficial de Ford o que la llegada de la pareja francesa se haya producido por un efecto mariposa que ha terminado con Sébastien recalando en el equipo británico tras cuatro años dominando el Mundial con mano de hierro junto a Volkswagen Motorsport. Os recomiendo que esperéis al final de vídeo para ver la verdadera reacción de todos los implicados en M-Sport y del propio Malcolm Wilson. Emocionante, como ganar el sorteo de la lotería.
