Para la GP3, la temporada 2017 será un año crucial con la llegada del DRS, siendo el último certamen del ‘mundo FOM’ en incluirlo tras la GP2 en 2015 y la Fórmula 1 en 2011. Cualquier cambio tecnológico de este tipo debe ser probado extensivamente antes de usarse en condiciones de carrera y para ello Charles Leclerc se ha puesto al volante del coche de desarrollo de la GP3 para probar en Bahréin y Abu Dhabi y ayudar a preparar el coche para el próximo año.
El piloto monegasco recorrió un total de 2.600 kilómetros repartidos entre los seis días de pruebas en los dos trazados árabes, obteniendo buenas conclusiones. Aunque el objetivo primario de las jornadas de pruebas era el de poner a punto el sistema de DRS que se usará en el campeonato en 2017 para que funcione a la perfección, a Leclerc también se le encomendó la tarea de probar nuevos compuestos de neumáticos para la próxima temporada.
El campeón de la GP3 en 2016 quedó satisfecho tanto con los neumáticos que le proporcionó Pirelli como con el sistema de DRS, que funcionará de la misma forma que en la GP2 y la Fórmula 1 y de hecho utilizará las mismas zonas de detección y activación. Según Leclerc, lo principal era asegurar que el DRS aumentaba la velocidad lo suficiente como para asegurarse que podía proporcionar buenas luchas en los puntos de frenada.
De hecho, el piloto de la Ferrari Driver Academy afirma que el año que viene habrá más oportunidades de adelantamiento, algo que a la GP3 le ha fallado en su primer año con el nuevo Dallara GP3/16. Sobre los neumáticos, Leclerc fue menos vocal pero sí reconoció que había sido una buena experiencia, sobre todo para trabajar de forma algo más cercana a Pirelli y poder entender cómo operan los italianos y aprender aún más.
