Se han cumplido 50 años del estreno de “Grand Prix”. La película de John Frankenheimer llegó a las pantallas de Estados Unidos en diciembre de 1966, en lo que significó un cambio de actitud de las producciones cinematográficas con el automovilismo. Hasta entonces, la gran mayoría de cintas que reflejaban el mundo de las carreras relataban historias extrañas, en las que se mezclaban las comedias musicales de Elvis Presley y los enamoramientos encubiertos. De ahí en adelante se tendría en cuenta a “Grand Prix» como uno de los films que cambió el género y ayudó a que las películas que suceden en circuitos tuvieran más visibilidad.
En una época en la que los coches de Fórmula 1 no necesitaban alerones y dependían de un chasis poco sólido y una mecánica inestable, la épica que muestra “Grand Prix” va más allá del pilotaje y las consecuencias en el campeonato. Su mezcla de la vida privada y pública demuestra que ser piloto va más allá de llevar el coche al límite, incluso en los turbulentos años 60 del pasado siglo. La ambición por ganar altera la vida de los cuatro pilotos protagonistas, con dos veteranos y dos jóvenes en busca del título mundial.
Algunos pilotos de la época se prestaron a hacer de dobles e incluso a actuar en la película, hecho que destacó la cordialidad de Frankenheimer con los habitantes del mundo carrerístico y su voluntad de mostrar la realidad en la medida de lo posible, reflejada en el uso de cámaras on board por entonces innovadoras. También llegó a interesarse por el automovilismo James Garner (Pete Aron en el film), que no solo recibió halagos por su conducción sino que llegó a ser propietario de equipos de carreras. La muerte de Brian Bedford (que interpretó a Scott Stoddard) en 2016 ha dejado aún más solitario el reparto principal, del que curiosamente aún resisten las tres mujeres protagonistas (Eva Marie Saint, Jessica Walter y Françoise Hardy).
“Grand Prix” es un film por el que los años pasan, pero cuya propuesta sigue siendo muy válida para los aficionados a las carreras. Una cita obligada que bien podría formar parte del una de las más altas posiciones de nuestras propuestas de regalos.