Para la Fórmula 1 el cambio de normativas de cara a 2017 va a ser uno de los más grandes de los últimos años y en particular para Pirelli, el mayor desafío al que se enfrentarán desde que volvieron a la categoría reina en 2011. Para ello, la marca italiana se cubre las espaldas con dos versiones de cada uno de los cinco compuestos de seco que se utilizarán en la temporada 2017.
El razonamiento es el de asegurar que el primer año de los nuevos neumáticos más anchos puede proceder sin problemas en caso de que el compuesto primario elegido resultara erróneo. Pirelli ha considerado que las pruebas realizadas para preparar estos neumáticos no fueron suficientes ni tampoco suficientemente relevantes -al no disponer de los coches de 2017- como para asegurar la calidad del producto en un mundo tan tecnológico como la Fórmula 1.
Todo esto sucede a pesar de que Pirelli pidió a los equipos que proporcionaran los datos aerodinámicos de sus coches de la próxima temporada para tener toda la información posible y así asegurar que los neumáticos están a la altura de las circunstancias. Aún así, Pirelli emitió un comunicado en el que confirmaban la homologación de estos nuevos compuestos y explicaron que estos añaden un nuevo material a la construcción adicional. Además, el diseño también es distinto.
Todo esto implica que la temporada 2017 comenzará con los neumáticos elegidos inicialmente por Pirelli pero en caso de que los equipos identifiquen algún problema en estos compuestos iniciales o exista alguna necesidad de cambiarlos, el fabricante introduciría su otra versión. La normativa de la Fórmula 1 permite en casos excepcionales un cambio de compuestos como el que ya se vivió en 2013 tras la dramática situación vivida en el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone.