Un homenaje de la televisión pública francesa France Télévisions ha permitido desvelar muchos detalles sobre el periplo sobre cuatro ruedas de Monsieur Dakar, Stéphane Peterhansel. Y los más interesantes se refieren sin duda a cómo tomó la decisión de competir en coches, sus cambios de marca, negociaciones fallidas como la que protagonizó con Volkswagen o un posible futuro en camiones al que se niega a cerrar la puerta.
Peterhansel explica en esa extensa entrevista que cuando aún competía en motos ni se planteaba pilotar coches y sólo algunas carreras sobre hielo a partir de 1992 le hicieron ir cambiando de parecer sobre el automovilismo. Eso sí, siempre tuvo claro que el objetivo era imitar a Hubert Auriol e imponerse tanto en dos como en cuatro ruedas, por lo que para su cambio de disciplina intentó hacerse con uno de los imbatibles Mitsubishi Pajero de finales de los noventa: sin embargo la marca japonesa le pidió un dineral que terminó poniéndole al volante de uno de los Nissan de Dessoude.
El debut difícilmente pudo ser mejor, séptimo y mejor Nissan de la general, pero el rendimiento de los coches preparados por André Dessoude no le satisfizo y emprendió el reto de preparar el curioso Aixam Mega Desert. El proyecto nació entre las bambalinas del Trophée Andros y lo integraron siete personas, incluido piloto y copiloto, su ya inseparable Jean-Paul Cottret. No es de extrañar que Stéphane Peterhansel venga a decir que aquella temporada fue práticamente la única en la que ha dado palo al agua en toda su vida… Con ese equipo alcanzó el segundo puesto en el Dakar del 2000 y la caída de un patrocinador le dejó sin volante al año siguiente y una espina clavada de por vida. ¿Y si…?
En todo caso ello permitió que esta vez sí Mitsubishi se hiciese con sus servicios. Ya sabían de lo que era capaz sobre cuatro ruedas y la casa japonesa estaba montando un auténtico ‘dream team’ que dominaría hasta que el Dakar se marchó de África. Ello evitó también que Peterhansel aceptara una tentadora oferta de Volkswagen, un gesto que la marca alemana se encargó de vengar en 2009: cuando Mitsubishi echó el cierre por la crisis económica y su desastroso primer Dakar sudamericano, desde Alemania le dijeron que no quedaba sitio para él.
Así es como aterrizó en X-Raid. Pese a los éxitos cosechados junto a Sven Quandt, sorprende la cantidad de tiempo que Peterhansel dedica en el reportaje de France TV a explicar lo sucedido en el Dakar 2014, cuando recibió la orden de no atacar a Nani Roma en las últimas etapas. Reconoce que prefirió no liarla para ser liberado de su contrato y poder marcharse a Peugeot (Red Bull ya había iniciado los contactos) y dice que lo que más le molestó fue la escasa honestidad de Quandt: hubiera preferido que le reconociera que no quería que se fuera su campeón a Peugeot antes que pedirle que cuidara la mecánica. El caso es que al final cumplió a su manera…
Obviamente ahora está centrado en Peugeot y tiene contrato con la marca del León, pero la entrevista deja también una píldora de cara al futuro: Stéphane Peterhansel no le hace ascos a los camiones. Admite que llegó a probar con la familia De Rooy justo antes de iniciar las negocaciones con Peugeot y comenta que no le llenó a nivel de sensaciones en comparación con un coche, pero que le atraen mucho las nuevas cabinas vistas en los últimos años de la categoría T4.
Vía | France TV Sport
Foto | Red Bull Content Pool