Después de que Peugeot, MINI y Toyota se repartieran los quince primeros puestos en el Dakar 2016, parece complicado dar como favorito a cualquier piloto que no disponga de una de esas monturas. En el fondo la categoría de coches del Dakar 2017 se plantea como un todos contra Peugeot en el que un equipo Toyota reforzada parte con algo de ventaja frente a X-Raid, en una lenta decadencia. A favor de estas dos estructuras está un reglamento que ha buscado insuflar vida a los 4×4.
De todos modos Peugeot Sport sigue contando con un equipo de ensueño. No se han dormido en los laureles desarrollando el nuevo 3008 DKR y cuentan con un plantel de pilotos que es la envidia de cualquier equipo: Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz, Sébastien Loeb y Cyril Despres. Obviamente a Peterhansel y Sainz hay que respetarlos por su experiencia y palmarés en el Dakar, si bien no es nada descabellado pensar que nos encontramos ante un cambio de generación bajo el mismo paraguas. Loeb ya aprendió el año pasado cómo hay que afrontar el Dakar y Despres se mostró menos fallón que el mismísimo Peterhansel en el Grand China Rally.
Frente al todopoderoso equipo francés la oposición más sólida parece proceder de Toyota y ese curioso matrimonio formado por Imperial Toyota (Sudáfrica) y Overdrive (Bélgica). Aunque no compitan con el Hilux dos ruedas motrices que esperaban tener listo para este Dakar, Nasser Al-Attiyah ha demostrado durante toda la temporada de la Copa del Mundo de Todo Terreno la competitividad de los Hilux, incluyendo un triunfo frente al nuevo 3008 DKR en manos de Carlos Sainz en Marruecos.
Sin duda el catarí puede dar por sí mismo la punta de velocidad que a los Toyota les ha venido faltando en los últimos años cuando llegaba el Dakar, frente a una mayor regularidad aportada por Giniel de Villiers y Nani Roma. Siendo Overdrive prácticamente la M-Sport del Dakar en lo que a su capacidad para servir a pilotos privados respecta, no todo piloto de una Hilux estará en condiciones de seguir los pasos de las tres puntas de lanza de Toyota, pero sí será interesante ver de qué es capaz dakarianos tradicionales como Ronan Chabot, el neerlandés Van Loon o Conrad Rautenbach en su debut.
Más delicada es la situación de X-Raid. Sí, sus MINI poco se parecen a los del Dakar 2016, pero Sven Quandt ha presenciado una desbandada en los últimos tres años a nivel de pilotos y el desarrollo del buggy Zebra en manos de Jutta Kleinschmidt parece haber sido un fracaso. Encomendándose por lo tanto a los cambios en el reglamento técnico, todas sus esperanzas residirán en el ‘sputnik’ Yazeed Al-Rajhi, el local Orlando Terranova y un Mikko Hirvonen cuya tradicional regularidad se ajusta como un guante a las características de los raids. En un segundo escalón hay que situar al catarí expiloto de quads Abu Issa y el chileno Garafulic, quedándose X-Raid muy mermada por la ausencia del prometedor Bryce Menzies.
¿Y del resto qué se puede decir? Todo dependerá de lo dura que sea la prueba. Xevi Pons y su Ford, los Renault Duster argentinos e incluso el solitario HRX de Nicolás Fuchs pueden ser capaces de dar sustos etapa a etapa, pero difícilmente podrán tutear a los tres grandes equipos del Dakar a tenor de lo visto en años anteriores. La maquinaria está en cambio del lado de Romain Dumas y Khalid Al-Qassimi con sus Peugeot privados, mientras que proyectos como el Ford de Martin Prokop son una auténtica incógnita.
Una importante novedad en esta edición del Dakar es la creación de una categoría propia para vehículos UTV, buscando replicar el éxito de los quads desde que Sudamérica alberga la prueba. Con ocho coches de estas características inscritos en el Dakar 2017, Polaris y Yamaha se disputarán el triunfo, siendo tres los equipos con integrantes españoles: Joan Font y Gabi Moiset, Santiago Navarro y Oriol Vidal y el andorrano Andreu Cachafeiro junto a Guifré Pujol.
En camiones volverán a servirnos un maravilloso duelo Iveco y Kamaz con invitados de excepción. Gerard de Rooy tratará de defender su corona con un rival en casa como es Federico Villagra, tercero en 2016. Completan el equipo Ton van Genugten y Wulfert van Ginkel completan un equipo en el que estará ausente Pep Vila este año. Más dudas plantea Kamaz por los efectos de la crisis en el fabricante ruso, que incluso ha dividido esfuerzos con la Africa Eco Race, pero su palmarés en el Dakar obliga a presentarles como la gran alternativa a la familia De Rooy: Mardeev, Nikolaev, Sotnikov y Shibalov serán sus pilotos.
Tras un par de años de exilio, primero en MAN y luego en Iveco, Ales Loprais regresa a casa y será el líder de Tatra en este Dakar 2017, siendo su compañero Martin Kolomy y estando también Albert Llovera en uno de los camiones checos, aunque lógicamente con otras aspiraciones. También habrá que tener en cuenta a Hans Stacey en su segundo año con MAN: el neerlandés fue cuarto en 2016 y buscará reverdecer laureles con el fabricante alemán, con quien ya conquistó el tuareg en 2007. Al volante de otro MAN se encontrará su compatriota Pieter Versluis. Y en este segundo escalón de aspirantes hay que meter también a los Renault como el de Martin van den Brink.
Muy complicado es pensar en que el ganador final del Dakar 2017 en categoría de camiones no esté entre los nombres ya citados, pero cada año es un placer ver sorpresas día a día como las que nos brindan los MAZ bielorrusos o las que esperemos que nos den en esta edición los Scania o DAF. Y es que el Dakar siempre es más que seguir la lucha por la victoria.
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