Tras su exitoso paso por los Juegos Paralímpicos de Río 2016, en los que volvió a cosechar tres medallas (como en Londres 2012, dos oros y una plata), Alex Zanardi volvió a ponerse un mono ignífugo este pasado fin de semana para disputar con BMW la última cita del Campeonato Italiano de GT. Y en Mugello el ya veterano piloto no dio muestras de su año de inactividad en pista: al contrario, terminó subido a lo más alto del podio.
Dado que se trataba de su primera vez con el último GT3 de la casa bávara, ROAL le preparó un test unos días antes en el mismo escenario donde tendría lugar el desenlace del Italiano de GT. Y como cuando disputó citas al sprint de las Blancpain GT Series, Zanardi no compartió su M6 GT3 con otro piloto y se limitó a cumplir con el tiempo obligatorio de parada en boxes para así equipararse con el resto de equipos.
El fin de semana arrancó de forma discreta para él, con un octavo puesto en clasificación y una sexta posición en la primera carrera, pero la inversión de parrilla de cara a la jornada del domingo le brindaba una buena oportunidad de podio y Zanardi no la desaprovechó: tras perder un puesto en la salida, decidió retrasar su parada obligatoria para así disfrutar de pista libre. Y al salir del carril de boxes mantuvo el liderato, teniendo que defenderse del Ferrari 488 de Jaime Melo y Niccolò Schirò. Tercero fue uno de los candidatos al título, Marco Mapelli, quien pese a compartir su Audi R8 en esta ocasión con Laurens Vanthoor, no pudo arrebatar el campeonato en la categoría reina a Mirko Venturi y Stefano Gai, sextos con un Ferrari.
Alex Zanardi cumplirá esta semana cincuenta años y no ha hecho declaraciones sobre sus planes de futuro.
Foto | BMW Group