Es cierto que Nico Rosberg se encontró con la victoria el pasado domingo después del grave error de estrategia cometido por su propio equipo, Mercedes AMG, mandando entrar a boxes al que por entonces era líder de la carrera, Lewis Hamilton. Muchos han hablado de victoria no merecida, de exceso de júbilo por parte del germano teniendo en cuenta el modo de conseguir dicho triunfo, a lo que yo siempre replico un “ganar en Mónaco siempre es especial” y más cuanto tenías la carrera perdida.
No sólo se trataba de una victoria en el Gran Premio del Principado, sino que además era la tercera que Rosberg conseguía de forma consecutiva, algo que sólo había logrado Ayrton Senna y sus cinco triunfos seguidos. Además, no hay que olvidarse que Mónaco es la ciudad donde reside el piloto de Mercedes AMG, en la que entrena y desarrolla su vida normal entre carrera y carrera. Sólo viendo la dureza con la que entrena cada día, no es de extrañar que Nico estuviera exultante en el podio. Atentos al vídeo, de la temporada 2011, pero que nos da una buena muestra del duro entrenamiento que realiza un piloto del Gran Circo.
