Hace unas semanas publicábamos un artículo llamado ‘cuando estallar coches de competición se convierte en arte’ en el que os relatábamos la particular forma de hacer arte de Fabian Oefner. Pero lo cierto es que hay veces que la realidad supera a la ficción y buena muestra de ello es lo que sucedió en la cita de Houston de la NHRA, donde el Xtermigator de Terry McMillen explotó en mil pedazos en una de las carreras.
Para el que lo desconozca, en las carreras de Top Fuel, los motores están exigidos a grandes presiones, debido a la utilización de potentes supercargadores y a estar alimentados por metanol y nitrometano. El resultado es una verdadera bomba de relojería justo a espaldas del piloto que te catapulta a hacer el 0 a 100 km/h en apenas dos décimas de segundo. Las imágenes distribuidas por la propia organización del campeonato (una vez que sabemos que el piloto escapó sin ninguna lesión) son puro arte digno de ser expuesto en las mejores galerías. Creo que Fabian puede tener nuevas ideas.
