Hace unas semanas, cuando escribí acerca del acto promocional realizado por Porsche en Londres, muchos me echasteis en cara que hubiera elegido la palabra bramido para referirme al sonido emitido por el 919 hybrid LMP1 en movimiento. Está claro que los actuales prototipos de Le Mans no tienen el mismo ‘pulmón’ que los LMP1 de finales del Siglo XX, mucho menos compararlo con el de los Grupo C.
Es por ello que hoy me quiero tomar la revancha. Si alguno de vosotros todavía no se ha conseguido despertar y sigue quitándose las legañas, le invito a que sin miedo dé al botón del Play del vídeo que os traemos hoy. Muchos ya habréis reconocido esas formas traseras, lo que ayer Pirelli denominaba como ‘culos grandes’ cuando hablaba de los monoplazas con especificaciones y neumáticos de 2017.
Se trata obviamente del Peugeot 905 Evo1B de 1993, seguramente uno de los prototipos más espectaculares de la historia de la resistencia que contaba con un imponente motor V10 de 3,5L colocado en posición central que entregaba 670 CV de potencia para un peso de apenas 750 kilógramos (sin piloto). Y la pista, esos pianos, ese rasante, la caseta de los comisarios de la izquierda… Sí, habéis acertado, es Spa-Francorchamps, lugar en el que siempre he defendido que los coches de competición suenan aún mejor a la hora de afrontar a fondo la subida al Raidillon. ¿Serán los bosques que rodean la pista el secreto?