Para ser precisos, 24 minutos, 34 segundos y 899 milésimas de pura emoción «aussie». Ese es el récord que ostenta el Gran Premio de Australia. ¿Que cual es ese récord? El del gran premio más corto de la historia de la Fórmula 1. Se trata de la edición del Gran Premio de Australia de 1991 -con victoria de Ayrton Senna-, la carrera más corta de la categoría en sus más de 60 años de vida.
La carrera, disputada en el espectacular circuito de Adelaida, fue interrumpida tras 16 vueltas a causa de la lluvia, que habría provocado un sinfín de situaciones peligrosas. El espectáculo era dantesco, con coches sufriendo aquaplanning en todos los puntos del circuito, banderas amarillas que apenas eran visibles a causa de las partículas de agua en suspensión -y de la lluvia que caía, claro- y coches abandonados al lado de la pista tras sufrir accidentes.
Dirección de carrera quería reiniciar la prueba pero vehementes protestas de Ayrton Senna -ganador- y Riccardo Patrese -quinto clasificado- acabaron por forzar la bandera roja definitiva. Nigel Mansell, que había sufrido un accidente poco antes de pararse la carrera, tuvo que pasar por el hospital y se perdió el podio. Fue el último caso de un podio incompleto hasta el Gran Premio de Brasil de 2003, cuando Fernando Alonso pasó por algo parecido.
https://www.youtube.com/watch?v=-36Iay4lnag