Si el Gran Premio de Brasil de 2016 se caracterizó por algo, fue por su gran cantidad de agua en pista, sus dos interrupciones bandera roja mediante y sus inacabables vueltas tras el coche de seguridad. Curiosamente, no es la primera carrera en seguir un guión de este tipo y lo que se vio el domingo pasado se acaba pareciendo sorprendentemente a lo que sucedió en el Gran Premio de Canadá de 2011.
Curiosamente, en ambas carreras hubo 32 vueltas tras el coche de seguridad. En el caso de Canadá, el total de 32 sobre 70 vueltas con carrera neutralizada implica que el gran premio siguió el Mercedes de Bernd Mayländer durante 139,552 kilómetros. Mientras tanto, en Interlagos hablamos de 32 vueltas sobre un total de 71, con una distancia recorrida persiguiendo el coche de seguridad de 137,888 kilómetros.
Aún más extraño resulta pensar que tanto el Gran Premio de Canadá de 2011 como el Gran Premio de Brasil de 2016 parecían ser carreras lanzadas al desastre, a punto de no disputarse pero que terminaron ofreciendo un gran espectáculo con dos de los eventos más entretenidos de la temporada, aunque fuera por motivos muy distintos. Las dos victorias tuvieron motores Mercedes, aunque las condiciones fueron realmente distintas…