No tuvo demasiada fortuna este fin de semana en el estreno del Campeonato del Mundo de RallyCross 2016, pero lo cierto es que Ken Block iba siempre acompañado por una sonrisa por la compacta asistencia del Circuito de Montalegre. Pero, ¿a qué se debía? Muy fácil, el estadounidense sigue sacando redito a eso de ser el piloto fetiche de Ford y tuvo la gran ocasión de sentarse al volante de todo un RS200 del Grupo B.
Y es que Block, antes de dirigirse a Portugal para correr, se acercó con Andreas Bakkerud a visitar la increíble colección de Enda Garvey, uno de los mayores coleccionistas de rallyes del planeta y este incluso le permitió conducir uno de sus Ford RS200 por las carreteras cercanas a su particular museo en Irlanda del Norte. La cara de Ken lo dice todo, y eso que estamos hablando de un piloto que está acostumbrado a lidiar con coches que superan los 600 CV de potencia y que son capaces de hacer el 0 a 100 km/h en menos de dos segundos (tanto los de rallycross como los de sus Gymkhanas). Sin embargo, el embrujo de los Grupo B es capaz de superar cualquier otra experiencia.
