A lo largo de la historia de la Fórmula 1 ha habido multitud de casos de pilotos usando cascos de otros compañeros por varios motivos en grandes premios. Es casualidad que dos de los casos más curiosos pertenezcan al mismo piloto y sean ambos fuera de carreras. Se trata de dos de las aventuras con cascos distintos de Alain Prost, que en cierta ocasión llevó los colores de un gran campeón brasileño… en efecto, Ayrton Senna.
La aventura más moderna de Alain Prost en la Fórmula 1 con un casco que no era el suyo se dio en 1992, cuando estaba en su año sabático y quiso buscar la forma de mantenerse en activo. Ligier le ofreció al entonces tricampeón probar uno de sus coches. Hay quien dice que el acuerdo era para que Prost evitara estar demasiados meses sin rodar a la vez que asistía a la escuadra que le hacía el favor para darles consejos sobre cómo mejorar el paquete.
Otros afirman que el francés valoró seriamente correr para el equipo galo en 1992. Evidentemente y en cualquier caso, la situación era tal que nadie tenía interés en que se supiera que Prost había rodado con el Ligier JS37 -entre esto y lo de Schumacher en 1994, menudos probadores- así que lo que hizo fue usar el casco de Érik Comas. Las fotos en pista habrían podido engañar a algunos pero cuando empezaron a verse imágenes con la visera abierta o con el piloto fuera del coche -demostrando su baja estatura-, el secreto quedó desvelado.
Mucho menos interesante pero más impresionante de ver es la historia que terminó con Alain Prost poniéndose el casco de Ayrton Senna y usándolo para rodar con el McLaren MP4-5 de 1989. Fue una cuestión puramente práctica puesto que el equipo se encontraba grabando imágenes promocionales y Senna no estaba disponible, de forma que la tarea de rodar con los cascos de ambos para que quedara constancia quedó a cargo del propio prost, que en boxes nos regaló con una imagen que pone los pelos de punta. Desde luego, ver al francés con el casco de su rival es algo especial.