El caso de los tres pilotos con el apellido «Hill» en competición es ciertamente algo especial. De tres que hubo en la Fórmula 1, todos ellos lograron el título de campeón del mundo -no queremos imaginarnos la presión de un cuarto piloto con el mismo apellido cuando acabe llegando algún día-. Pero hay otros casos igual o más curiosos como el del Gran Premio de Gran Bretaña de 1959, cuando en la lista de inscritos se pudo ver a cuatro hombres con el apellido «Taylor»… sin ningún tipo de relación entre ellos.
Cierto es que Taylor es hoy en día el quinto apellido más común del Reino Unido, con lo que no sería nada extraño encontrar a varios deportistas llamados así sin que necesariamente hubiera relación alguna entre ellos. El más conocido de ellos es Trevor Taylor, inscrito a sus 22 años con un Cooper-Climax privado. Acabaría logrando un podio en 1962. Henry Taylor estuvo a los mandos de otro Cooper privado -este de origen de Fórmula 2- a sus 25 años. Mike Taylor hizo lo propio con otro Cooper de Fórmula 2 a la edad de 24 años y finalmente estuvo Dennis Taylor con 38 años.
Los resultados de todos ellos fueron muy distintos. Dennis no logró clasificarse a bordo de su Lotus de Fórmula 2 y jamás volvió a intentar estar en un Gran Premio. Tampoco Trevor logró estar en la parrilla de salida en una de las dos únicas veces en veintinueve intentos en las que se quedó con las ganas de correr. Mike sí pudo estar el día del Gran Premio en competición pero sólo duró 17 vueltas antes que su transmisión dijera basta. Henry fue el único afortunado en completar la carrera, undécimo. Resultados muy distintos pero la vez que más pilotos con el mismo apellido coincidieron en pista… ¡y sin ser familia!