John Surtees, Mike Hailwood o Jean-Pierre Beltoise son algunos de los nombres que estuvieron en el Campeonato del mundo de motociclismo antes de pasarse a la Fórmula 1. Otros pilotos empezaron en las dos ruedas y desde un nivel menor pasaron al automovilismo. Damon Hill es el último campeón del mundo en hacer esta transición, comenzando en el motociclismo antes de pasarse a las cuatro ruedas.
La carrera deportiva de Hill en las motos no fue demasiado extensa, comenzando en 1981. Luciendo el mismo diseño de casco que su padre e incluso aplicándolo en el mono como señal identificativa adelantándose a su tiempo, el británico trabajó duro para ganar el dinero necesario para competir. En el Reino Unido existe aún hoy en día -más incluso en esa época- una cultura de carreras de club, menos profesionales.
Aunque popular a nivel de automovilismo, también el motociclismo tenía su sitio y de esta forma Damon Hill comenzó a competir en varios circuitos ingleses mientras intentaba labrarse una carrera deportiva. Desafortunadamente para él, no había un gran presupuesto detrás y su talento no parecía estar a la altura y a pesar de algunas victorias en carreras de 350 centímetros cúbicos, no progresó demasiado. Su madre le sugirió probar un cursillo de automovilismo en 1983 por seguridad y lo demás es historia.