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Curiosidades F1: Un plan de conquista mundial

La historia de la llegada de Ford a la Fórmula 1 de la mano del Cosworth DFV está bien documentada y es un punto histórico dentro de la categoría reina. Creando un diseño revolucionario, se asociaron con Lotus al existir ya una relación cercana con Colin Chapman a través de los propulsores en otras categorías y las preparaciones de alto rendimiento de los Cortina entre otros modelos. Pero como en todas estas historias, siempre suele haber algo más y en el caso de Cosworth no podía ser distinto. A fin de cuentas, 1967 y 1968 son dos años importantes en la Fórmula 1.

Walter Hayes, jefe de relaciones públicas de Ford en el Reino Unido, se dio cuenta rápidamente que el programa con Cosworth en la Fórmula 1 tenía que cambiar. Originalmente la asociación con Lotus era exclusiva. Sólo los 49 podían usar el sorprendentemente competitivo propulsor para asegurarse que la imagen se centraba en lo que sería esencialmente un equipo oficial de Ford. Pero Hayes vio que los rivales no estaban a la altura. Ferrari no tenía suficiente potencia, BRM y Honda tenían demasiado peso y Weslake y Maserati sufrían de falta de fiabilidad.

Según el punto de vista de Hayes, ganar a lo que podía ser percibido como motores poco competitivos podía dañar la imagen de Ford puesto que podría pensarse que sólo ganaban por ser los demás propulsores de «mala calidad». La forma ideal de contrarrestar esta situación fue abrir la puerta a que otros equipos usaran los Ford Cosworth en 1968 y dominar la Fórmula 1. Si los demás motores no eran dignos de competir con Ford, entonces esta tenía la obligación de conquistar el mundo de las carreras. Lo habían hecho en la Fórmula 2 y en Le Mans, además de los rallyes.

El resultado es conocido de sobras: dominio absoluto del Cosworth DFV en los años que siguieron. Entre 1967 y 1985 -año de desaparición del DFV de la Fórmula 1-, ganaron 155 de las 262 carreras en las que tomaron parte. La llegada del efecto suelo ayudó a los Cosworth, que con un ángulo más estrecho entre las dos filas de cilindros funcionaban mejor con la nueva tecnología que los anchos motores boxer. Una leyenda recordada a día de hoy y un nombre mítico en el mundo de las carreras con éxitos ganados a pulso en una época donde no todo era tan fácil de gestionar.

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