En algunas competiciones automovilísticas se ha vivido situaciones donde alguna posición del podio quedaba vacante, dando lugar a la inevitable pregunta de qué sucede con el trofeo -avisamos que para eso no tenemos respuesta-. En la Fórmula 1 también ha habido casos de posiciones vacantes, una de ellas siendo incluso un segundo puesto que quedó sin propietario concreto.
Sucedió en el Gran Premio de Brasil de 1983, cuando Keke Rosberg fue descalificado y perdió el segundo puesto que había ganado en pista, al igual que en 1982 -caso único de un piloto descalificado de la misma posición en eventos sucesivos en el mismo país-. El motivo de la descalificación fue el hecho que los mecánicos empujaron el Williams de Rosberg en su parada a boxes tras un pequeño incendio.
La FIA no consideró que esa situación tan inusual fuera óbice para hacer la vista gorda y Rosberg quedó descalificado. Lo más curioso del caso es que los demás pilotos no subieron posición, de manera que Niki Lauda mantuvo el tercer puesto y Jacques Laffite no acabó con un podio de más. Prost habría sido sexto, sumando un punto que le hubiera dejado a solo uno del campeón, Nelson Piquet.