Jackie Stewart es uno de los pilotos que más luchó por la mejora de la seguridad a lo largo de toda la historia de la Fórmula 1. El escocés juntó a todos los pilotos bajo la causa de mejorar la seguridad, se aseguró de que los circuitos instalaban medidas para protegerles y buscó que el deporte en general dejara de tener la fama de locura absoluta que había tenido hasta entonces y sobre todo en años recientes con el aumento de las velocidades en competición. Una de las mayores curiosidades de Stewart está en su cockpit, donde llevaba siempre una llave inglesa.
En honor a la verdad, decir que Stewart llevó «siempre» las herramientas en sus coches de carreras sería un error. Todo empezó en el Gran Premio de Bélgica de 1966. Bajo un aguacero impresionante, el entonces piloto de BRM sufrió una salida de pista con accidente y quedó atrapado en el coche rodeado de la gasolina de su propio coche puesto que el depósito se había perforado. Allí estuvo sin poder salir durante demasiado tiempo y cualquier chispa habría hecho que la historia terminara en una tragedia absoluta.
Afortunadamente para Stewart, Graham Hill sufrió también una salida de pista y el londinense obtuvo una llave inglesa de un lugareño que utilizó para desmontar el volante. En situación normal salir del coche no habría supuesto ningún problema pero tras el golpe, la carrocería se había comprimido. En definitiva, la intervención de Hill salvó la vida a un asustado Stewart, que decidió tomar medidas de seguridad de cara al futuro. Desde entonces, llevó siempre un juego de llaves inglesas para ser usado en caso de accidente para poder desmontar el volante y que él no quedara atrapado. Afortunadamente, no le hizo nunca falta…