Cuando se habla del Gran Premio de Hungría en España es imposible pasar por encima la edición de 2003, una edición que hizo historia en nuestro país con un Fernando Alonso que obtuvo su primera victoria allí. Curiosamente y a pesar de decir que le gusta mucho el trazado, no ha vuelto a ganar más. Pero el regalo del Hungaroring a Alonso y al automovilismo español fue grande.
Según cómo se mire, claro, porque a veces tanta pasión y fervor por un solo piloto en lugar de por el deporte también pueden ser dañinos. Pero el caso es que con la victoria de Alonso, la popularidad de la Fórmula 1 y del propio asturiano despegaron en España. Los que seguían las carreras más de cerca sabían ya que Alonso tenía un gran talento y aunque celebrada, la victoria no era tan sorprendente.
Pero para la gran mayoría del público, la victoria de Fernando Alonso en Hungría despertó a una afición que para bien o para mal ha sido totalmente fanática a lo largo de más de diez años. En 2003 aún faltaba para pensar en el título pero la «Alonsomanía» estaba ya en marcha. A fin de cuentas, no se gana una carrera de Fórmula 1 cada día. Y aunque haya habido 31 más, la primera vez siempre es especial.
